¿Es Añorve?

Roberto Ramírez Bravo 
El viernes, el periódico Reforma publicó en su columna Templo Mayor un dato que ha causado revuelo entre los priístas guerrerenses: “para este fin de semana ya tendrían que estar definidos los nombres de los candidatos a las gubernaturas de Baja California Sur, Sonora, Querétaro, Guerrero, San Luis Potosí, Michoacán, Campeche, Colima y Nuevo León”.

Casi de manera automática se soltaron en redes sociales los simpatizantes de Cuauhtémoc Salgado, dirigente del tricolor, para promoverlo como “próximo gobernador”.
Pero la realidad es un poco diferente.
De acuerdo con fuentes priístas de alto nivel, efectivamente, en estos días la dirigencia nacional del tricolor analiza los perfiles de los aspirantes a la gubernatura de varios es tados, entre ellos el de Guerrero, y se prepara para encuestar a los aspirantes a candidatos a diputado federal.
Pero en lo que a gobernador se refiere, la cúpula priísta ha revisado los trabajos de tres compañías encuestadoras: Mitofsky, Parametría y Buendía y Laredo. La primera suele hacer trabajos para cualquier partido, principalmente el PRI, y las otras dos suelen tener como principal cliente al Partido de la Revolución Democrática.
En términos generales, de acuerdo con fuentes cercanas a las negociaciones, coinciden, con algunas variaciones menores, en ubicar el posicionamiento de los aspirantes de la siguiente manera: encabeza la lista el ex alcalde de Acapulco Manuel Añorve Baños; le sigue el diputado local Héctor Astudillo Flores; luego, el edil de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, y en último lugar, Cuauhtémoc Salgado.
Según la información disponible, la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Salinas, ya renunció a participar en el proceso interno, en virtud de prácticamente dos elementos: que en la pasada contienda por la senaduría, cuando hizo fórmula con René Juárez Cisneros, fue la única perdedora; y que Guerrero atraviesa una crisis política de dimensiones históricas, que sólo puede ser abordada desde una posición de cómoda mayoría para quien llegara a la gubernatura. Un tercer argumento es que ella se encuentra bien en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto.
Pero los priístas están convencidos de que éste es el momento en que tienen la oportunidad de recuperar el gobierno del estado. Inclusive, se basan en sus propias encuestas que, de acuerdo con los datos aportados a este reportero, le dan una aún menor, pero buena al fin, ventaja ante el PRD.
Y es que, en términos generales, según las tres encuestadoras que revisa la cúpula tricolor, los priístas Manuel Añorve, Héctor Astudillo y Mario Moreno superarían al perredista Armando Ríos Piter, tenido por puntero hasta antes de los acontecimientos de Iguala en septiembre pasado, cuando policías mataron a seis personas y desaparecieron a 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.
Las encuestas, sin embargo, no son vinculantes, y el que vaya adelante no tiene por sí mismo garantizado el triunfo, pues la segunda parte es el acuerdo político, que al final de cuentas es lo que definirá al próximo candidato. Hay que recordar que en 2010 el puntero en las encuestas era Ángel Aguirre Rivero y no fue candidato por resultas de un acuerdo político.
Pero es en esta parte donde de nueva cuenta los dados parecen acomodarse en favor del diputado federal Manuel Añorve. Como se sabe, es el segundo integrante en el grupo político que encabeza Manlio Fabio Beltrones, y todavía está pendiente el favor que este grupo le hizo al presidente Enrique Peña Nieto al cabildear la aprobación de las reformas estructurales.
Por otra parte, si el PRI quiere regresar al poder en Guerrero, necesitará postular su carta más fuerte porque aunque sus encuestas se lo digan, lo cierto es que el PRD no está muerto, ni desaparecido, y las mediciones hablan de una distancia de sólo 32 a 28 puntos.
Guerrero no es un estado en el que el presidente Enrique Peña Nieto tenga mayor interés y, por tanto, no tendría mayor reparo en dejarlo a un grupo político distinto al suyo.
Por todo ello hay razones para conjeturar que Manuel Añorve podría ser otra vez el candidato del PRI al gobierno del estado, en la espera de que en una elección que será muy difícil y con escasa participación, el tricolor mantenga la misma votación que en la elección de 2010. Eso, ante un PRD debilitado y de alguna manera acotado por las movilizaciones en reclamo de la presentación con vida de los 43 normalistas, podría ser suficiente para el regreso del Revolucionario Institucional a Casa Guerrero.

1 comentario:

  1. Pues al Choky, nos lo van a poner de a pechito, el cual lo tumbarán a golpe de votos, bien por los priistas, tienen la derrota asegurada, una derrota de diez.

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