MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Tixtla; rumbo al 2015

La paciencia es una virtud que puede llevar al éxito. En la vida, es fácil desesperarse ante las circunstancias adversas o cuando se sufre algún revés. La paciencia ayuda a entender los mensajes que envían los acontecimientos, lo que permite tomar las cosas con serenidad, y la confianza de que habrá de venir algo mejor. En política, concretamente en Tixtla, existe un ejemplo de paciencia, que en las elecciones de 2015, podría rendir frutos positivos.

Así es. Las elecciones de 2012, dejaron lecciones fuertes para algunos personajes políticos. En el municipio, cuna del llamado consumador de la Independencia, Vicente Guerrero Saldaña, se registraron dos situaciones adversas y con golpes duros. Uno de los afectados fue el priísta Saúl Nava Astudillo, quien después de batallar para lograr la candidatura, todavía se enfrentó a gente de su partido y hasta del gobierno municipal, que en ese entonces, era también del PRI. Esas fisuras o divisiones, a la postre, lo dejaron fuera de la presidencia municipal. Los números indican que perdió por 500 votos de diferencia. Es evidente, que con un PRI unido habría logrado ganar en esa justa electoral. Hoy, todo apunta que va por la revancha.
El otro caso, es el de Hossein Nabor Guillen, quien fungía como regidor del municipio y de acuerdo a las encuestas, era el mejor posicionado para la diputación local. Sus números estaban por encima de los del mismo Bernardo Ortega Jiménez, actual presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso Local. Pese a contar con un buen arraigo y arrastre popular, no le dieron la candidatura. 
Se supo después que iba incluido en la lista de los candidatos a diputados plurinominales, de la cual, habría de ser excluido más tarde, en razón de cómo se las gastan las corrientes perredistas de Guerrero, en donde un grupo reducido de personajes, se sienten tocados por algún Dios, y con el poder para repartirse las candidaturas a placer.
Sin duda, en 2012, Hossein Nabor Guillén sufrió un duro golpe. Sin embargo, eso no mermó sus aspiraciones. Ha mantenido un ritmo de trabajo constante. Y tan es así, que los números indican, que es el mejor posicionado en el municipio, y con grandes posibilidades para ganar las elecciones por la presidencia municipal de Tixtla.  
Los sondeos de opinión más recientes, muestran a un aspirante que está muy por encima de los demás. Las diferencias a favor de Hossein Nabor son claras y enormes. De tal manera, que si el día de hoy fuesen las elecciones, las ganaría de manera contundente.
La radiografía indica que su paciencia podría rendir frutos positivos. Que después de los golpes que recibió en 2012, asimiló la experiencia, sacando lo mejor de ésta. Y hoy, en la antesala de las elecciones de 2015, se encuentra con números, de hasta dos a uno, con relación a sus posibles adversarios.
Hossein Nabor ha hecho un buen trabajo de posicionamiento. Su presencia en Tixtla es palpable. Y las preferencias apuntan a favor de él, a efecto de poder convertirlo en el próximo presidente municipal. El punto es, que en el último tramo, tiene la tarea y responsabilidad de mantener la ventaja, y hacer valida la paciencia con la que ha trabajado. Esa es la cuestión.

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