DE ADICTO A ADICTO

Por  Ernesto Salayandia García

Atrévete…. Es muy sencillo

Hablar en publico
Se me hacía un nudo en la garganta, me daba la incómoda tosesita de nervios, se me secaba la boca, me ponía rojo invadido por el bochorno, me sentía totalmente incómodo, sudaba de pies a cabeza, titubeaba, tartamudeaba, perdía las ideas, decía una cosa cuando en verdad quería decir otra, me llenaba de impotencia y frustración, afloraban en mí muletillas, todas, por supuesto que todo el mundo se daba cuenta de mi inseguridad, de mi fobia al micrófono y a hablar en público, en ese sentido, conozco lo que una persona sufre cuando no puede dominar el pánico escénico, simplemente por que de ahí vengo.

Años de frustración
Sé y conozco toda la energía negativa que genera el no tener la libertad de hablar, no meramente, hablar en público, en un salón o aula, sino hablar, uno a uno, el querer decir algo, el contar un chiste, el opinar de algún tema y no poder, no lorgarlo por miedo. Siempre quise contar chistes y cuando contaba uno, nadie se reía, no tenía la gracia, no ligaba ideas y el chiste era un fiasco por muy bueno que fuera, tuve dificultad para socializar con las muejres, tenía que estar alcoholizado para armarme de valor, crecí con mucho miedo hacia mi padre, miedo que perdí casi al final de la vida de él, pero siempre hubo esa enorme barrera y me perdí de grandes oportunidades por mi inseguridad, debido tambien a mi auto estima baja, a la ausencia de confianza y de amor en mí mismo, le di demasiada importancia al que dirán, me fijé una seria preocupación por buscar la aprobación de los demás, es decir, vivía para ellos, no para mí y no disfruté de la vida, ni de las grandes ocasiones, porque reprimí emociones y no fui libre, por ello, cuando alguien llega a mi estudio con todas esas caractertísticas, sé como puedo ayuderle, transmitiendo mi propia experiencia.
Nada es para siempre, ni bueno ni malo -Nada-
La inseguridad genera un mundo de emociones encontradas y en la vida, he estado escuchando tantas incongruencias de infinidad de personas que se justifican, recuerdo, en un taller titulado, Calidad y Calidez en la Cátedra, el que permite al maestro a usar las herramientas y técnicas para moverse como pez en el agua, expresarse con voz fuerte, firme, con una actitrud positiva, un lenguaje corporal asertivo primordialmente para que los alumnos no se te duerman o se aburran y hubo un viejo abogado, que me dijo.- No pienso cambiar, así lo he hecho todo el tiempo, me ha funcionado y no voy a cambiar.- El, demostraba una rigidez absoluta en cara, voz y cuerpo, en la medida que se fue desarrollando el taller, fue cambiando, y al final, el disfrutó de los grandes beneficios del taller, que se fundamentan en que la persona obtenga y desarrolle una total armonía, ya que estando en armonía, se gesta confianza en sí mismo y controlando ansiedad, nerviosismo, las exposiciones son magínificas, por demás excelentes, pero el principio, es vencer la negación y aceptar que se tienen limitantes y éstas limitantes son marcadas por el resto del grupo, en el caso de los talleres.- ¿Aceptas la crítica? ¿Quieres ver como te ve el grupo?.
Yo tengo el poder
Quien tiene el micrófono y el uso de la palabra, tiene el control del evento, el poder de la comunicación, estoy visitando escuelas primarias y secundarias, voy a eventos con más de 3 mil estudiantes y tengo la enorme satisfacción de ganarme el respeto del auditorio, con un silencio absoluto, es una satisfacción enorme, cuando ganas la atención y que te escuchen los adolescentes que muchos de ellos, traen una ansiedad a mil por hora, me gusta también, participar en la televisión, en mis programas, en mis espacios y en las entrevistas que me hacen, lo mismo en la radio y me gano el reconocimiento y los aplusos en cada esenario que piso, no dejo de observarme y de cachar mis errores, de escuchar las muletillas que digo o los errores que cometo, este aprendizaje es continuo, pero aquí, vas a encontrar las bases, creelo, funciona, en la medida que tu quieras que funcione. 7 de cada 10  personas, padecen de algún tipo de miedo, 8 solicitantes de empleo fracasan ante el director de recursos humanos de alguna empresa, sufren de pánico escénico, los invade la inseguridad y pierden una sagrada oportunidad, un buen número de estudiantes, declinan hacer una carrera debido a que saben que deben de hablar en público, la profesión con mayor grado de inseguridad, es la de medicina, es decir, un buen porcentaje de doctores, viven crisis extenciales y sufren por su inseguridad, no te ven a los ojos y el usar términos médicos que solo ellos entienden, les da faciliad de palabra.
He visto a Ernesto, a través de los años
Yo soy, el que por inseguridad fracasa en su entrevista con el gerente de recursos humanos, me dominan los nervios, titubeo, tartamudeo, mis pensamientos son en contra de mí, me derroto y me hago daño a mí mismo, mi mente es obsesiva.- No te van a dar el trabajo.- Van a contratar a otro.- Ve, que nervioso te pones.- Eres un inseguro, fracasado.- Yo soy el que no quiere hablar en público por no exponerse a quedar en ridículo, soy también, aquel que dice.- A mí nunca.- A mí no me pasa nada de eso.- Yo puedo dominar la fobia social.- Yo puedo hablar en público, hablar con éxito, hablar sin miedo.- Yo soy tantas  personas que en los últimos 15 años me han dado la oportunidad de suministrarles herramientas y técnicas para hablar en público a través de mi Taller de Comunicación Asertiva, soy, Fernando, el que repite una y otra vez las mismas muletillas, soy Raquel, la que habla demasiado rápido y no dice nada, soy Guillermo, el que se pone rojo y le dan ataques de risa, se le nubla la vista y se le van las ideas, soy, Ximena, la que tiene una pésima dicción y está llena de tic nerviosos, parpadea, manotea, se agarra el cabello y lo recoge a cada momento, soy Ulises el que se queda congelado, sin decir nada, soy Tere, la que tartamudea, soy, esa persona insegura que venció sus miedos y que puede dar su propia experiencia con un estilo, sencillo pero efectivo, al alcance de todos, sin recurrir a otros talentos, ni copiar conceptos, lo que he venido vertiendo, son ideas frescas, propias de alguien que se demostró así mismo, el yo puedo, el sí se puede, el concepto de que cualquiera que quiera, ahí no se queda, el argumento de ésta estructura, no es para mediocres, es para seres humanos emprendedores que tengan un crisol por dentro, un volcán en erupción con enormes deseos de ser diferentes y por ello, mis talleres, mis libros, mis competencias, mis servicios,  lo son, simplemente, porque soy diferente.
Error, tras error
Calidad y calidez en la cátedra, así se titula uno de mis talleres dirigido a los maestros con el firme propósito de  que puedan moverse como pez en el agua en el salón mientras imparten la cátedra, hay toda una gama muy amplia de recursos para expresar con pasión, fuerza y poder de convencimiento, usando el arte de persuadir, de trasmitir, el arraigar el mensaje y captar la atención y mantener el control del grupo, las bondades de este taller y de todos los que imparto, se encuentran en este libro, hay frases que pueden cambiar tu vida, hay ideas y sugerencias que habrán de generar en ti absoluta seguridad y confianza en sí mismo, solo tienes que buscar esas palabras y ponerlas en práctica, este libro sin duda alguna cambiara  tu vida y lo mismo puede ser útil, para que un cura no sea tan aburrido y sus fieles se duerman, ideal también, para vendedores, médicos, estudiantes, padres de familia y para toda aquella persona que en realidad quiera crecer y vencer sus miedos. No es apto para soberbios, puedes llegar a dominar las cámaras de un programa de televisión o el micrófono en una cabina de radio, igual puedes proyectar elegancia, porte confianza cuando te impostes detrás de un micrófono, con o sin pódium, después de leer este libro y de poner en práctica las sugerencias, te sentirás tan feliz y libre como yo, habrás de gozar cada oportunidad que tengas de expresar pensamiento, sentimiento e ideas, sin duda alguna, recomendaras este texto, confirmando, que nada es para siempre, ni bueno ni malo y el que quiera azul celeste, que le cueste. 

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