MEMORÁNDUM

*** Avanza Bety Vélez rumbo a San Lázaro

Gerardo Ruano Cástulo
Todos se mofaban de los sueños de aquél pequeño. Como era un  gusanito se arrastraba con lentitud. En su andar, iba con el ánimo hasta arriba, y les decía a los animales que se encontraba, que un día llegaría hasta la cima de la montaña más alta de aquél hermoso paisaje. Y efectivamente, frente a todos había una montaña esplendorosa. Tan alta, que cuando escuchaban al gusanito, los demás animales se reían y lo veían como un iluso.

A pesar de que nadie creía en él, se siguió arrastrando con lentitud, con la mirada depositada en la montaña más alta. Su aventura, por lograr la cima de aquél objetivo, se prolongó por días. Daba su esfuerzo al máximo. Los animales que se reían de su sueño, lo seguían de cerca, porque en el fondo deseaban que desistiera y fracasara. Un día, para regocijo de ellos, sucedió que el gusanito dio todo su esfuerzo y ya no pudo más. Todos vieron su último suspiro. Había fallecido y caído en la búsqueda de alcanzar su sueño.
Al día siguiente. Los animales restaron importancia al hecho, de que el gusanito se encontrara cubierto de una extraña tela. Decían que era parte de su proceso de descomposición. Aunque les llamó la atención, que los depredadores no se lo hubiesen llevado o comido.
Pasados los días, el bultito aquél, que era parte del paisaje, se comenzó a abrir. De él, ya no salió el gusanito, sino una grandiosa y hermosa mariposa, quien agitando sus alas, tomó fuerza para elevarse hacia el cielo. Los animales, especialmente quienes criticaron y rieron del gusanito, quedaron atónitos, al ver que se dirigía a la montaña que siempre había soñado. Alcanzó la cima.
Durante largas décadas, la mujer ha trabajado por hacer realidad el tema de la equidad de género. Que se abran las oportunidades para tod@s. Durante muchos años han tenido que aguantar la discriminación y exclusión. Durante muchos años han soportado la risa de otros, así como los deseos de no alcanzar éxito en sus sueños.
Hoy la historia puede ser diferente. De entrada, es importante el número de mujeres que van por cargos públicos, que estarán en juego, en las elecciones del primer domingo de junio próximo.
Uno de los casos, que me llama la atención, por la metáfora con que iniciamos ésta entrega, es el de Bety Vélez, candidata a diputada federal del PRI, por el séptimo distrito, ya que al inicio de su carrera político sindical, algunos la veían como una simple soñadora. Esas críticas y risas no mermaron sus aspiraciones. Al final, como la mariposa, alcanzó la cima de la dirigencia sindical. Consolidó un gran proyectó y hoy después de un tejido importante de relaciones y estructura, se encuentra a unos pasos de San Lázaro.
Y se encuentra a unos pasos de San Lázaro, porque ha trabajado para ello. Porque mientras otros criticaban y reían, ella seguía avanzando. Porque mientras otros cruzaban los brazos y eran indiferentes, ella se acercaba más a los trabajadores, como después lo haría con la gente de colonias y comunidades. Porque mientras otros buscan engañar con palabras, ella predica con acciones. Por eso Bety Vélez se ve fuerte rumbo a la conquista de la montaña, llamada diputación federal.
PARA ESCRIBIR A CASA: Ayer me preguntaron: “¿A quién beneficia, políticamente, la ratificación de Rogelio?” La respuesta: “No lo sé. Solamente sé, que al pueblo es al que menos beneficia. Y en todo caso, los más contentos son sus allegados y lacayos. Bien se dice, que al santo se le santifica, y entonces ¿A quién se le ratifica?”. Hubo carcajadas. Luego agregue: “No sean mal pensados. Se ratifica a los políticos”. Esa es la cuestión.

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