PALABRAS MAYORES

Nombramiento de Rogelio Ortega fue obra de los Chuchos, de ahí apoyo a PRD

Por Jorge Romero Rendón
A ocho días de que venza la licencia solicitada por Ángel Aguirre Rivero a la gubernatura del estado, crece la polémica acerca de si el Congreso local debe ratificar o no al interino Rogelio Ortega Martínez para que termine su período -por otros seis meses ya como gobernador sustituto-, dado que se le cuestiona no sólo su incapacidad y su falta de resultados, sino el origen de su nombramiento el 26 de octubre pasado, que fue operado enteramente por los Chuchos, esos arbitrarios dirigentes nacionales del PRD tan cuestionados por su responsabilidad en el caso Ayotzinapa, y por la masiva salida de perredistas en el actual proceso electoral.
Los Chuchos –Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete y Guadalupe Acosta Naranjo- operaron el nombramiento del interino Rogelio Ortega entre el 23 y el 26 de octubre pasado, siguiendo instrucciones de la Secretaría de Gobernación, y en coordinación con la secretaria de Desarrollo Social, la experredista Rosario Robles, en un acuerdo que estableció dejarle el Ejecutivo estatal –básicamente el gabinete- a los perredistas; pero las carteras estratégicas de Seguridad Pública, Fiscalía General y Educación se las reservó Robles para nombrar a un equipo que le rinde cuentas a ella, mientras que el área de Finanzas quedó dividida entre los operadores del estado y de la titular de SEDESOL.
Pero tan espantados estaban los dirigentes perredistas por el duro cuestionamiento público que sufrieron a nivel nacional por el caso Ayotzinapa, que por un lado decidieron reforzar su control autoritario del PRD, recargándose  en el apoyo que les da por debajo del agua el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto; y por el otro le soltaron toda la rienda a Ortega Martínez desde su nombramiento por la mayoría perredista en el Congreso local, omitiendo llamarlo “gobernador interino”, cayendo en una ilegalidad que le ha permitido a éste hacer y deshacer sin los límites que la ley dispone para un interinato.
Y aunque el Congreso local acaba de reformar el Artículo 522 de la Constitución estatal para corregir el error y poder designar a otro mandatario, el mal ya está hecho.
El consenso es que se vaya Ortega…
Lo malo es que en el viaje Rogelio se alejó del perredismo e hizo cambios de funcionarios excluyendo a los próceres del PRD, y solo se acercó de nuevo a los dirigentes de ese partido al ver que es próxima la fecha de terminación de su período de seis meses, junto con una ola de inconformidades y cuestionamientos que ponen en seria duda que el Congreso lo pueda ratificar por otros seis meses.
Y como se da por descontado que Aguirre Rivero no regresará a la gubernatura para terminar los seis meses que le quedan a su período constitucional, desde los partidos políticos y sus fracciones parlamentarias se barajan ya nombres de nuevos prospectos para dejar fuera a Rogelio Ortega y nombrar a otro personaje que sí pueda con el puesto.
Lo peor es que se han difundido serias denuncias en contra del interino por usar recursos públicos para apoyar a candidatos del PRD a diputados, y especialmente a la candidata a gobernador, Beatriz Mojica Morga, por lo que partidos como Movimiento Ciudadano llaman a Ortega Martínez el “principal riesgo para la elección del próximo 7 de junio”.
Y es que ahora desde los diversos partidos ven a Rogelio como operador electoral de los Chuchos, a quienes debe su nombramiento como gobernador interino, y sólo ellos podrían operar de nuevo para que las dos terceras partes de los diputados del Congreso local lo ratifiquen para seguir gozando de las mieles del poder otros seis meses, aunque los problemas del estado sigan complicándose. Porque Guerrero no sólo es Ayotzinapa ni la CETEG. En ese contexto, todos los ojos están puestos en los 46 diputados locales de Guerrero, que deberían hacerse eco del sentir ciudadano para tomar una decisión responsable que lleve al nombramiento de otro  gobernador.
Algunos piensan que eso sería negativo, que se complicarían los problemas políticos en el estado en pleno proceso electoral. Pero la verdad es que Rogelio Ortega ha sido tan ajeno a los problemas y ha sido tan incapaz de atenderlos, que es como si no existiera un gobierno ni un mandatario, y como dijo una fuente de la Secretaría de Gobernación, “lo que urge es un gobernador firme, decidido y que de verdad trabaje, no que se la pase nadando de a muertito como Ortega y le siga dejando todo el paquete a la federación…”

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