De adicto a ADICTO

Nula Autoestima

Por Ernesto Salayandía García 
Caras vemos, emociones no sabemos
Mi más sincero reconocimiento a la mujer soltera que lucha contra la adversidad, que vive una dinámica de padre-madre a un ritmo muy acelerado, víctima de la crisis económica, de las enfermedades emocionales, benefactora, de una herencia neurótica, le han transmitido patrones de conducta nefastos, de una generación a otra, se le han dado los estragos del alcoholismo, del machismo, ha adquirido el feminismo, la libertad, en muchos casos confundida y trasformada en libertinaje
, no ha sabido ser mujer, ni madre soltera, porque sigue siendo hija de familia, sigue dependiendo de sus padres, enfermos emocionales que se meten en todo, con derecho o sin derecho, esas mujeres, llenas de frustración, dolor, decepción, víctimas del rechazo, de las etiquetas sociales, con las enormes car gas que representa, uno, dos, tres, o más hijos sin padre, esas mujeres, trabajadoras, luchonas que terminan a gritos y sombrerazos la secundaria, luego el bachillerato, después una carrera, que se arrepienten de su vida ingobernable, las que se les recuerda diariamente, a esas mujeres, madres solteras, que lloran en silencio, que salen de una batalla y entran a otra, sin encontrar sosiego, por el contrario, entre más pasa el tiempo, más complicada es la vida.
De la pasión, a la obsesión
Conocí a alguien que la mayor parte de su vida, 30 años, vivió una amarga experiencia, se enamoró de un hombre casado, con una vida hecha, con su mundo realizado, donde ella no entraba, no cabía, únicamente había espacio a las tardes pasionales, al acostón, a la tentación que genera la adrenalina de hacerlo a escondidas, ese fue el único espacio que el accedió a brindarle, su relación fue enfermiza, desde principio a fin, un complemento, fue un niño, un ser humano que llegó al mundo sin el reconocimiento de su padre, él como muchos hombres, se jactan de tener las mujeres que quieren, las embarazan y se lavan las manos, no son capaces ni de apoyar en nada, mucho menos reconocer a la criatura, que ni vela tiene en el entierro y en esta desgastante situación, ella fue víctima de severas depresiones, aunque trabajaba, su vida no tenía calidad, su obsesión fue muy grande, no aceptaba ser madre soltera, se llenaba de odio, su ira la manifestaba en contra del padre de su hijo, haciéndole pancho tras pancho en sus oficinas, únicamente la tranquilizaba cuando él la invitaba a desayunar o a un acostón matutino y esa situación, la vivió por años, dándole migajas, tratándola con la punta del pie, ahora, a pesar de los pesares, su hijo está a punto de recibirse, es un excelente estudiante sin tener la satisfacción de mostrar sus calificaciones a su padre, porque él nunca se dignó a reconocerlo.
Muchos son borrachos, machos y drogadictos
Sé que el hombre llega hasta donde la mujer quiere, hasta donde la mujer lo permite. Estas mujeres, muchas de ellas, entran al juego de las emociones, a darle vuelo a la hilacha, a ser la chispa de la fiesta o la cereza en el pastel, son adictas al sexo, a la adrenalina de andar con hombres casados o divorciados que conocen en los bares, en los antros o los bailes populares, se enamoran con pasión, se dan y se entregan totalmente debido a la ausencia de amor propio, a la enorme necesidad de sentirse amadas y respetadas, pero no es así, su misma condición emocional, débil, las hace perderse a sí mismas, algunas veces, confundidas, pero corren el riesgo para retener a su hombre y se embarazan, cuando sus cuerpos esculturales comienzan a cambiar, el macho ya no las acepta, con llantitas, con panza y mucho menos gordas, hay también mujeres que les importa un comino con quien se acuestan, ellas quieren quedar embarazadas, claro que los buscan guapos y que reúnan sus exigencias, desean ser madres solteras y lo programan, pero no tienen un proyecto de vida, el o los niños, llegan al mundo  a sufrir y a hacer sufrir, a ser víctimas de La Saliva del Diablo.
De Guatemala a Wáter…peor
Me ha tocado la oportunidad de conocer infinidad de testimonios, ellas, confían en mí y me regalan sus testimonios, hacen catarsis, sacan parte de la basurita emocional que llevan años guardando, tocan temas que jamás los han hablado con nadie, me distinguen con su honestidad y escucho, escucho y escucho, no juzgo, no crítico, ni le hago al terapeuta, doy mi propia experiencia y por ello, he conocido infinidad de historiales, de ahí, nació mi libro, SECUESTRADA POR UN NEUROTICO, de estas conversaciones, tengo oportunidad de aprender y de escribir estos temas tan crudos, mujeres humilladas, muchas de ellas, son violadas por sus parejas, golpeadas, maltratadas, insultadas, usadas y ellas entran en frustración, caen en depresión y son víctimas de las circunstancias, porque la vida de una madre soltera, no es nada fácil, más aun, cuando la mamá se mete en lo que no le importa y todo el santo día está fastidiando, hostigando, recordándole el pasado y echándole en cara sus errores, son sin duda tiempos difíciles para este tipo de mujeres, que viven en el ojo del huracán hacia donde volteen y hacia donde se encuentre. Se enamoran con facilidad, se apasionan, y creen que ha llegado el amor de su vida, poco después, se quitan la venda de los ojos y ven la cruda realidad, al sapo del que creyeron estaban profundamente enamoradas.
Relaciones hiperenfermas, hiperdestructivas
Las madres solteras que conozco, y son muchas, tienen la tendencia de encontrarse novios con demasiados problemas, como que los escogen a la medida, tipos neuróticos, machos típicos mexicanos, soberbios que las tratan con la punta del pie, si las conocen en el suelo, las mandan hasta el fondo del fondo del sótano, les roban su autoestima, las hacen sentir que no valen nada, muchas se alcoholizan para salir del hoyo, pero entre más alcohol, más se hunden, de repente, se abandonan, descuidan su persona, el cabello, por ejemplo a medios tonos, un mechón de un color, otro de otro, descuidan su  figura, su dentadura y el novio en turno, se adueña de sus quincenas, de su manera de ser de pensar, ellas, muchas, les dan la espalda a sus hijos, los abandonan dejándolos con la abuela, debido a que el noviecito no soporta a los niños y son este tipo de relaciones enfermas las que distinguen a un buen número de madres solteras, que desde niñas, en la adolescencia y en edades maduras cometen y cometen los mis errores, enamorarse de las personas equivocas, y vaya que si pagan las consecuencias.
Dios perdona la inocencia
Muchas de estas mujeres, son víctimas de traiciones, infidelidades, mentiras, caen en el juego emocional de su macho, de ese hombre que no las quiere, solo las usa y juega con ellas, en cierta medida, son inmaduras, endebles, les creen todo lo que les dicen, permiten ser el segundo plato, es decir, respetan que él esté casado o que viva con otra relación, pensando en el gran día, equivocadamente lo dan todo por nada y les cuesta mucho trabajo salir adelante, esa es una razón de que muchas mujeres, ya sean cajeras, meseras, secretarias, ejecutivas, profesionistas, maestras, como sea, la gran mayoría, muestra un rostro decaído, triste, apagado, en blanco y negro, muestran también, un lenguaje corporal tenso, la espalda llena de bolas, una rigidez extrema que manifiesta la ausencia de libertad y de amor propio, por ello, en las calles te topas con seres humanos secuestrados en esa dimensión, la dimensión emocional de los mediocres y por desgracia, esta carga de emociones negativas, como la frustración, conmiseración, tristeza, nostalgia, vivir en el pasado, ira reprimida, envidia, arrepentimiento, decepción, dolor, amargura, son contagiosas y contaminan su entorno, su ambiente laboral y a donde van, contagian a cualquiera.
La visita y el arrimado, a los tres días apestan
El dinero, la escasa economía de muchas madres solteras, las hace depender de sus padres y ahí, en casa de ellos, se refugian con sus crías, como sea, son una carga, ella trabaja de sol a sol y no hay dinero que alcance, ni tolerancia que soporte las constantes críticas, la convivencia familiar se convierte en un infierno, los niños, algunos de ellos, hijos de madres solteras, son extorsionadores emocionales, los abuelos y la madre los complacen en todo, por culpa, son niños mal educados, renegados, neuróticos, groseros, rebeldes, son un verdadero problema para todos, y los hermanos mayores o los mismos tíos hace el papel de padres y no logran otra cosa más que empinar a estos niños hacia el abismo emocional, los enferman y son carne de cañón ante las pandillas, carne de cañón ante las sustancias tóxicas, por desgracia, estos niños, hijos de madres solteras, son niños adictos, que difícilmente podrán salir del hoyo, no habrá poder humano que los enderece, y vivirán una vida de un anexo a otro, vivirán con la esperanza de que algún día podrán cambiar, pero a veces no es así, algunos llegan a ser mediocres, y la madre, como los abuelos, pagarán las facturas a un precio muy alto, emocionalmente hablando, siempre estarán en jaque, ante la incertidumbre, ante esa adversidad que significa, tener un drogadicto en casa.
¿Cuál es el origen?
Una madre soltera, por lo general, es una niña abandonada, nacida y crecida en un hogar disfuncional, alcoholismo, neurosis, mala comunicación, ausencia de padre, ausencia de ambos, sin buenos ejemplos, con una autoestima baja, endeble, una niña aislada, acomplejada, llena de miedos, traumas y una carga emocional muy grande, con etiquetas que su madre le puso en la frente, con calificativos y descalificativos, creció y pretendió la gran fuga, rumbo al gran sueño, salirse del infierno de su casa, casarse o vivir en unión libre con su príncipe azul, se sale, se va en busca de su libertad, la embarazan y la abandonan, se burlan de ella y no le queda más remedio que regresar a casa de sus papás con sus crías; hay pues mucho que decir de las madres solteras, pero de todo corazón, expreso mi más sincero reconocimiento, porque son luchonas, porque en verdad quieren una mejor vida, pero han carecido toda su vida de una guía, de un apoyo, sobre todo emocional y económico, viven sus consecuencias de una manera cruel, triste y severa. La solución es una capacitación emocional, debemos de madurar y tomar decisiones con el cerebro, no con otra cosa. Me queda claro, que un factor importante es la baja autoestima, cuando una niña anda en los brazos de uno y de otro, en la cama del primo, del sobrino o del tío, es porque ella misma no se respeta, no se quiere y su autoestima, está por los suelos, lo mismo sucede cuando nos hundimos en la droga o en una relación tóxica, igual en depresión o neurosis extrema, todo es cuestión de autoestima.

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