QUERIDO DIARIO

Por Raúl Roman
¡El pez por su boca muere!... reza el refrán y la sabiduría popular. Y hoy es el momento de recordarle al señor Emilio Chuayffet, genocida de Acteal, que ya tuvo más de tres inasistencias a su trabajo, y que como no está internado en una clínica del ISSSTE, como corresponde a todos los trabajadores y empleados del Estado, pues no tiene alguna licencia válida para justificar sus faltas, por lo tanto debe de ser despedido por reglamento, pues esa ha sido su actitud y sus declaraciones ácidas, ofensivas y soberbias.
Y esta aseveración no es producto de la recíproca antipatía que tiene contra los profesores… ¡Debe de ser despedido!...Pues aunque se podría aducir que es trabajador de confianza, trabaja, cobra, y hasta excesivamente, ejerce y decide la suerte de la Educación escolarizada y en muchos casos, la filiación de profesores y maestras.
Y debido a que muestra y demuestra una conducta propia de fascistas, ahora le toca tragarse sus palabras y acciones, pues no hay “ni perdón, ni olvido”, pues haciendo gala de toda su soberbia, egolatrismo y autosuficiencia, en este momento le toca vivenciar lo que miles de maestros en México tienen que sentir, cuando estando enfermos, no se tiene el dinero suficiente para tener la salud, caso que no padece el secretario de Educación, o cuando no hay clínica cercana al lugar de adscripción, como lo pueden ser en medio de bosques, selvas, montañas y costas, lo que no sufre este personaje nefasto, o en su defecto, cuando el médico en turno no desea o no extiende una incapacidad médica y el maestro o la docente tiene que presentarse, dignamente, a seguir laborando encima de sus padecimientos.
Y en la Educación Escolarizada de México y del mundo, todo es ejemplo, la vestimenta, el vocabulario, y sobre todo, las capacidades y actitudes, cualidades que brillan por su ausencia en el caso de Chuayffet, pues lejos de mostrar una actitud de sencillez, humildad, comprensión y decoro, siempre se expresa y se muestra destilando agresión verbal, despotismo y como lo que es, un mafioso de la política educativa en México.
Ahora bien, este señor es el menos indicado, y Peña Nieto menos, para tratar de reformar la educación, pues siempre han mostrado y demostrado una inmensa ignorancia de la historia de nuestro país, cuyos ejemplos todos los lectores y profesores pudiéramos exhibir, siendo conocidos por todos, y en lo personal, si gustaría que hicieran los mismos exámenes, tendenciosos, para demostrar que están capacitados para conducir, uno, la educación escolarizada mexicana, y el otro, los destinos de toda una nación… pero ya sin discursos demagógicos y/o viviendo en el país de Peñalandia.
 Por estos motivos: Emilio Chuayffet debe de ser despedido de la Secretaría de Educación Pública.

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