LA RUEDA DE LA FORTUNA

Orden y Paz? Lo dudo.
Por Alfredo Sarabia

Se fue Rogelio Ortega Martínez del Gobierno del estado de Guerrero, su término legal llegó a su fin, después de haber cubierto un breve interinato de poco más de año y medio, en el que fue muy exigido, por propios y extraños.

Es así, que es a partir del pasado 27 de este mes, su lugar ha sido ocupado por el priista Héctor Astudillo Flores, quién llega a la Gubernatura en medio de un escándalo permeado por señalamientos de situaciones irregulares, como los excesivos gastos de campaña que rebasaron el tope legal de gastos, de su relación con el narco, la compra de votos, etc., que ensombrecen y menguan en mucho el nombramiento “per se” y el entusiasmo de sus seguidores y zalameros.
Igualmente podemos decir, que Astudillo Flores, recibe un estado de Guerrero, con más de la mitad de sus habitantes que viven en condiciones de pobreza y de pobreza extrema, asimismo, con una corrupción e impunidad enormes, irradiadas desde las esferas gubernamentales cabalgando apacible y tranquilamente, un estado de Guerrero saqueado y maquiavélicamente carcomido letalmente por la inseguridad, las injusticias por doquier, erosionado social, laboral y económicamente, etc.
Este panorama feroz y dantesco que se observa en Guerrero, no ha sido producto de los recién pasados gobiernos estatales encaretados bajo las siglas del PRD, como se nos ha pretendido hacer creer, sino que estos factores y elementos opuestos al progreso y desarrollo de la mencionada entidad sureña, responden más que nada a las políticas venidas desde la Federación, y aquí hay que ver el Partido Político (PRI) que ha detentado el poder en los últimos años del siglo pasado, después de la revolución, con un préstamo convenienciero por doce años al PAN.
Pretender vendernos la falsa idea de que los maleficios indicados se forjaron con el antecesor de Astudillo Flores, es lo más falaz y ruin que pueda haber, pues la realidad política, social y económica del entorno estatal, allí está, una realidad que “no se podría tapar tan fácil y holgadamente, hacerlo, sería hacernos como “el tío lolo”, pues la historia del acontecer político en Guerrero, no miente, aunque esté la zalamería rapaz y rabiosa de por medio.
Es necesario señalar que Astudillo hizo taruga y mensa a la gente, ávida de Seguridad y Tranquilidad en su entorno de vida. Se acuerdan del slogan publicitario en que el hoy gobernador versó su campaña de proselitismo? Se los recuerdo: Paz y Orden.
Es innegable aspirar a esas cuestiones de confort social, fue una buena carnada, muy difícil de no caer en la trampa electoral, como desafortunadamente sucedió; pero decirlo así de facilito, engatusar así al electorado, basando el triunfo en la mentira, no
se vale en estos asuntos que se suponen son de seriedad.
Podemos decir que no basta decir una sarta de mentiras para sacar del atraso histórico en que se encuentra inmerso nuestro estado guerrerense, se requieren herramientas sociales ideológicas de las que lamentablemente adolece Astudillo Flores.
Mientras haya factores y elementos que frenen en su andar hacia adelante al estado de Guerrero, el slogan de proselitismo electoral de Astudillo, solo serán palabras huecas y vanas, pero que en su momento han servido para alcanzar fines personales. Al tiempo….HASTA PRONTO.

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