55 denuncias por desaparecidos


Chilapa, Gro., 10  de noviembre de 2015 (CA).- A las 5 de la tarde del 9 de mayo las calles de Chilapa lucían semidesiertas, pero en los minutos siguientes se vaciaron en su totalidad: unos 300 civiles armados tomaron la ciudad, desarmaron a los policías municipales, instalaron retenes y comenzaron, según dijeron, una cacería en contra de los líderes del grupo delictivo, Los Rojos. Se retiraron a las cinco con la demanda que entregaran a las personas que detuvieron en su estancia. Hoy son seis meses de eso, y aún no aparecen los detenidos.

Ese día unas 50 personas pertenecientes a una agrupación católica desfilaban por las calles festejando a las madres de Chilapa. Desde hace más de 20 años en el municipio los 9 de mayo, los estudiantes de todas las escuelas de todos los niveles, desfilan con farolas en honor a las madres. Éste día representa una de las celebraciones más esperadas en el municipio.
Sin embargo, ese 9 de mayo nadie pensaba desfilar: había temor porque se diera un acto de violencia. Razones había suficientes, ocho días atrás en la comunidad de Atzacualoya, un grupo armado asesinó a tiros al candidato del PRI a la alcaldía, Ulises Fabián Quiroz.
En cuanto los civiles armados aparecieron, los católicos se esfumaron de las calles. Y por donde pasaban los que se encontraban en las calles corrían a refugiarse.
En menos de una hora, los civiles armados ya tenían el control de la ciudad. En cuanto llegaron tomaron las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, desarmaron a los policías municipales y tomaron sus camionetas. Después instalaron retenes en la glorieta donde revisaron carros particulares, taxis y comenzaron con las detenciones. En ese momento todo era confusión, fue hasta el otro día, cuando funcionarios del gobierno municipal se reunieron con los armados.
Ahí, comisarios de 16 comunidades del sur del municipio se presentaron como los responsables de la incursión. Dijeron que llegaron porque no soportaban el hostigamiento del grupo criminal Los Rojos. Exigieron la presentación de más de 20 personas que, según dijeron, habían sido desaparecidas.
Al segundo día de la presencia de los civiles armados, pobladores de la cabecera comenzaron a manifestarse para exigir su salida y la entrega de los detenidos. En esa primera marcha, los pobladores y civiles armados se toparon. Ahí los armados les dijeron que a los detenidos los estaban entregando a los agentes de la Gendarmería. Sin embargo, nadie pudo dar con los detenidos.
Así transcurrieron los siguientes dos días, lo civiles armados haciendo retenes y cateos y los pobladores exigiendo su salida.
Al final, los civiles armados se retiraron después de un acuerdo con mandos del Ejército. La condición del retiro, según informó un militar, fue que en 15 días las diferentes corporaciones policiacas y militares capturarían a los líderes de Los Rojos. Hasta ahora ninguna dependencia ha informado sobre la detención de algún líder de ese grupo criminal.
Al dejar la ciudad, pobladores comenzaron con las denuncias por desaparición de 30 personas y acusaron directamente a los civiles armados, además de vincularlos con el grupo criminal Los Ardillos, quienes según información oficial, disputan la plaza con Los Rojos. No obstante, hasta ahora de esos 30 sólo reclaman legalmente a 14.
Desde entonces en el municipio no han parado las denuncias por desaparición, de acuerdo con el vocero de los familiares, José Díaz Navarro, ya cuentan con un registro de 55 personas ausentadas.

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