Femenicidios, “El elefante en la sala”

Ernesto Rivera Rodríguez
En el estado de Guerrero, sumaron en el 2015  cerca de 120 homicidios a mujeres, en tanto la presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Congreso local Yuridia Melchor Gaspar, aseguró que existe resistencia de las instituciones, -léase gobierno del estado, y del propio Congreso- en reconocer que existe un problema grave de violencia contra las mujeres, lo que ha impedido que en Guerrero se emita la ¡alerta! de género.

En tanto, por los asesinatos de mujeres que se han registrado en Guerrero, principalmente en Acapulco, Tlapa e Iguala donde se han registrado el mayor número de ellos, María Luisa Garfias Marín, integrante de la asociación “Aliadas por la Justicia”, expresó que “el gobierno del estado debe, tiene la obligación de investigarlos, a pesar de que no haya alerta de género, porque “con o sin alerta de género a las mujeres nos están matando”, (sic.).
La pelotita va de un lugar a otro. Ramón Navarrete Magdaleno, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de (Codehum), reprocho que la administración pasada, -de esta no ha hablado- que encabezaba Rogelio Ortega Martínez, no se interesó para que se emitiera la alerta de género.
La respuesta del ex presidente Felipe Calderón dada a Univisión con respecto al grave problema del narcotráfico, cae como anillo al dedo al problema del “femenicidio” en Guerrero, y la negativa de  emitir la “la alerta de género, Calderón utilizó la metáfora del elefante en la sala, para explicar que en México se tenía un grave problema que no veía, aunque estaba enfrente de él.
Tal parece que las autoridades de Guerrero, la responsable de la secretaría de la Mujer, Gabriela Bernal Reséndiz, no alcanzan a ver el dilema del “elefante en la sala”, como sucedió durante el “Foro especial de la mujer” realizado en Zihuatanejo, donde el más aplaudido fue el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, y el estudio de la problemática de la mujer no paso de exhortar a las autoridades a que el problema del “femenicidio” se asuma como un asunto público. Como si no lo fuera.
Garfías Marín, no quita el dedo de la llaga, cuando expresa que el odio y el desprecio hacia las mujeres se está manifestando en esta embestida que ésta  cubierta por la delincuencia organizada, y continúa; “con o sin alerta de género a las mujeres nos están matando”, por lo que el gobierno del estado debería de preocuparse e investigar qué está sucediendo para garantizarle a las mujeres la vida, y no esperar que haya una alerta de género.
Sin poder entrevistarla porque estaba “demasiado ocupada”  de la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Luisa Fernanda Fontova, no conocemos a fondo los programas al respecto que dicha dirección lleva a cabo sobre el asunto de los homicidios de mujeres realizados en Acapulco, que tan sólo en el 2015, fueron alrededor de 60, efectuados desde la franja Costera, colonia Centro, en los poblados de la zona   periférica y suburbana, Renacimiento, Col. Zapata, la Venta, La Frontera, Avenida Lázaro Cárdenas, Pie de la Cuesta, …y se puede seguir contando. Cuando el tríptico que obsequia, el Instituto Municipal de la Mujer, sobresale la impartición de “Talleres pre matrimoniales”, como si estuviéramos en el siglo XIX,  cuando en este tercer milenio la sociedad y las parejas han adoptado al “unión libre” como lapso para “conocerse”.
Las víctimas se encuentran en todo tipo de actividad profesional y social, como el rango de las edades, curva que abarca entre los 16 y 45 años, de acuerdo a cifras del Inegi, y datos proporcionados al Ministerio Público, cuando sus cuerpos son reclamados por sus familiares,
Si en la administración estatal no hubo interés de participación que les permitiera ir diseñando la estrategia para defender los derechos de las mujeres. 
El acuerdo propuesto en el Congreso Local por el Partido Movimiento Ciudadano, para exhortar al gobierno federal a declarar la alerta de género en Guerrero, no prosperó por el rechazo de la fracción del PRI, además de que se atravesó el periodo vacacional, y que además de que se daría, se enviaría un mensaje negativo de que Guerrero, no es un lugar seguro para las mujeres, lo que ahuyentaría el turismo y la inversión en la entidad. En tanto el “elefante sigue en medio de la sala”. 

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