Algunas madres no celebran el diez de mayo en el asilo, pues viven en el abandono por sus familiares

Día de reunión familiar festejando al ser que nos dio vida, que se ven el 10 de mayo rodeadas de sus hijos, nietos y hay quienes ya tienen hasta bisnietos y otras tataranietos.  Pero para Alicia Villalobos Guinto, este diez de mayo no hubo regalos, una flor, ni siquiera una felicitación por ser día de las madres, pues ninguno de sus hijos siquiera la visitó por haber sido el Día de las Madres.

Alicia Villalobos desde hace más de un año que se encuentra en el asilo de ancianos “María Auxiliadora”, de la colonia La Noria, prácticamente en el abandono de parte de sus hijos, al igual que otros 14 ancianos que están albergados en esa casa de asistencia.

Una de las personas que se encargan de atender la casa hogar de los adultos en plenitud, de nombre Rocío Andrés Juárez informó que “Su hija a veces viene cada mes o cada dos meses, bajo la excusa  que no puede venir porque trabaja y dice que vive en Morelia”.

Agregó  que hace más de un año que llegó a trabajar a ese asilo y que la señora Alicia Villalobos, de 84 años de edad, ya se encontraba y agrega que es poco visitada por al parecer su única hija, quien este día de las madres no acudió a felicitarla.

La mirada de Alicia Villalobos Guinto se  nota extraviada, igual que su memoria, pues según la encargada tiene problemas en sus facultades mentales, por lo que para Alicia es un día como cualquier otro y seguir en ese lugar fuera del amparo de una familia a la que dedicó los mejores años de su vida.  

Asimismo el martes por el festejo del Día de las Madres, se notó una gran actividad de consumidores buscando algo que regalar a las madres, principalmente las florerías que se vieron abarrotadas por los familiares buscando el ramo de flores más idóneo para regalar a mamá.

También  en algunas escuelas y oficinas de gobierno el martes no hubo labores pues desde un día antes se hicieron festejos a las mamás, o en su defecto se les dio el día libre para que pudieran celebrar con sus seres queridos, aunque el resto del año sean los días iguales.