MEMORÁNDUM

***Lecciones para aprender

Gerardo Ruano Cástulo
Robert alcanzó a frenar el vehículo que manejaba. Quedo a centímetros de atropellar a un anciano que cruzaba la calle con su nieto. El susto fue enorme y tenía la intención de gritar improperios, en contra de quien, consideraba, había actuado de forma irresponsable. Más no lo hizo. Cerró los ojos y comenzó a respirar lentamente.

Su mente hizo un recorrido rápido por las últimas decisiones que había tomado en su vida. Todo había sido aprisa. La ansiedad lo había invadido. Vivía en estado de urgencia. El tiempo no le alcanzaba para concretar todas sus actividades. Sus relaciones interpersonales se iban desmoronando.
Días atrás, había menospreciado el consejo de un gran amigo, que le había visto lleno de esa ansiedad. Ahora recordaba sus palabras: “Robert, ¿A ese ritmo vertiginoso, realmente éstas disfrutando la vida? Si vas aprisa, te pierdes los hermosos paisajes que Dios te regala en bendiciones. Te pierdes el abrazo de un hijo. La sonrisa de la gente que te aprecia. El sabor exquisito de la comida. La calidez de tanta gente buena que te rodea.”
Ahora, estaba ahí, frente a la escena de un niño sonriente, que iba de la mano de su abuelo. La felicidad de ambos le invadió. Robert sabía que ellos eran una bendición del cielo, ya que gracias a que coincidieron en el mismo camino, comprendió que debía meter el freno. (Del taller de la Imaginación de Juan Francisco R.)
Guerrero es escenario de muchas lecciones de vida. El aprendizaje es necesario. En consecuencia, tomar cartas en el asunto es importante. La historia reciente, nos habla del impacto de la violencia e inseguridad, así como de los golpes duros de la naturaleza. La desaparición de 43 normalistas, le ha dado la vuelta al mundo. El paso de Ingrid y Manuel, tormentas, dejaron un saldo destructivo impresionante.
Experiencias muy duras, de las que tenemos que aprender. Ahora toca el turno a las policías comunitarias. Un tema, que la federación debiera atender de manera prioritaria en la entidad. No se pueden seguir permitiendo más muertes, así como los excesos y el riesgo de la infiltración de la delincuencia organizada. Hoy está en completa duda, su aportación al orden y la armonía social.
Es necesario hacer un alto, y poner los ojos sobre la policía comunitaria. Es urgente, que la federación, vía el ejército, pudiera hacer lo conducente.   
Y DESDE OTRA óptica. También es importante hacer altos, para reconocer cuando el trabajo se está haciendo bien. Cuando se nota que hay aportación y rumbo. Tal y como hoy ocurre en el llamado Seguro Popular, en donde se ve la mano del director, Heriberto Huicochea Vázquez.
Hoy el seguro popular trabaja sobre líneas precisas: manejo transparente de los recursos y optimización de los mismos. Enfocar esfuerzos, para que la cobertura sea total en el Estado de Guerrero, a efecto de proteger a todos los habitantes del estado. Y velar porque a los asegurados se les brinde una buena atención.
Se ve la mano eficiente de Heriberto Huicochea, quien, por ese mismo talento que ha mostrado en el servicio público, no se le debe perder de vista. Un buen activo y amigo del Gobernador Héctor Astudillo. Esa es la cuestión.

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