CONTEXTO POLÍTICO

Las ocurrencias de Rumbo
Por Efraín Flores Iglesias
La polémica es lo suyo y muy pocos lo toman en serio, a tal grado que Grupo Guerrero, corriente que dirige al interior del PRD, sigue en descenso por su forma de hacer política.

En efecto, me refiero a David Jiménez Rumbo, el alumno más avanzado de Armando Chavarría Barrera, perredista asesinado el 20 de agosto de 2009 y que se perfilaba como candidato natural de la izquierda a la gubernatura en 2011).
Gracias a Chavarría fue dirigente en la década de los 90 de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG), diputado local plurinominal en la LVII legislatura y senador de la República (2006-2011).
Como estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero fue inquieto y valemadrista. La academia no era lo suyo, sino la grilla. De hecho, en sus inicios en el PRD era repartidor de tortas en los mítines.
David Jiménez Rumbo nació el 27 de noviembre de 1970 en Arteaga, municipio enclavado en la región de Tierra Caliente del estado de Michoacán. Por cierto, desde el 1 de septiembre del 2015 es diputado federal plurinominal por la quinta circunscripción (Colima, Hidalgo, Estado de México y Michoacán).
Luego de la muerte de su mentor político, Rumbo –como lo conocen ampliamente en la clase política guerrerense– disolvió la corriente Polo Guerrerense de Izquierda (PGI) y fundó Grupo Guerrero con un nutrido equipo de universitarios y luchadores sociales que querían continuar con el ideario de Chavarría.
Antes de concluir su periodo como senador, Rumbo negoció en el  gobierno de Ángel Aguirre Rivero la Secretaría de Desarrollo Social, en el que duró un año, ya que se inconformó porque le amarraron las manos en el manejo de recursos de la Dependencia.
Se dedicó a fortalecer su corriente política, misma que logró ganar la Presidencia del Comité Ejecutivo Estatal del PRD durante dos periodos inmediatos con Carlos Reyes Torres y Celestino Cesáreo Guzmán; pero el 23 de junio de 2015 luego de la elección de gobernador, Reyes Torres, Cesáreo Guzmán y otros personajes anunciaron su salida de Grupo Guerrero, manifestando que Jiménez Rumbo “es emisario del PRI” y que “responde a intereses oscuros”.
Y así fue. El 23 de agosto de ese año presentaron en el puerto de Acapulco a la nueva corriente política denominada Alternativa Democrática Guerrerense (ADG), por lo que Grupo Guerrero dejó de ser la corriente mayoritaria al interior del perredismo.
El líder de Grupo Guerrero no pudo ocultar su coraje y tachó de ingratos a sus ex compañeros.
Por otra parte, Rumbo ha sido señalado por algunos dirigentes de su partido de tener vínculos con el crimen organizado.
Los líderes nacionales de Nueva Izquierda, Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva, lo vincularon con un cabecilla de “Los Caballeros Templarios” y fue así que frenaron sus aspiraciones de dirigir al perredismo guerrerense en 2014.
En una entrevista que concedió a Igor Pettit el 27 de noviembre de 2014 manifestó conocer a Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, líder del grupo criminal Los Caballeros Templarios y actualmente recluido en un penal federal de alta seguridad. Son del mismo lugar de origen. Y, de hecho, Rumbo trabajó durante diez años con Luis Gómez Aburto –padre de La Tuta– en un rancho “descargando picheles”.
Ya antes trató de justificarse.
“Todos en Arteaga nos conocen porque somos del mismo pueblo, todos en Badiraguato (Sinaloa) conocen al Chapo, todos en Iguala conocen a José Luis Abarca, todos los de Quechultenango conocen a Los Ardillos”, dijo. (El Sur/14-XI-2014).
El dirigente de Grupo Guerrero aspira ser presidente municipal de Acapulco en 2018. Ya en 2012 intentó también la candidatura del PRD, pero fue superado en las encuestas por Evodio Velázquez Aguirre. En ese entonces Evodio declinó a favor de Walton, ya que los dirigentes nacionales de su partido se lo pidieron para no entorpecer la alianza nacional con Movimiento Ciudadano.
Rumbo está en su legítimo derecho de aspirar a gobernar a los acapulqueños, pero no tiene posibilidades de ganar en este momento ninguna elección. Su estilo de hacer política y el lenguaje que utiliza para expresarse de grupos feministas y minoritarios, no le ayudan para nada.
Es más, es señalado por la Auditoría Superior de la Federación de irregularidades en su paso como secretario de Desarrollo Social y de cobrar cuotas a sus compañeros de corriente que llegan a puestos de elección popular.
Que conste, lo último él mismo lo manifestó en conocida cafetería de Chilpancingo y que fue retomada por el colega Jorge Romero Rendón en su columna “Palabras Mayores”, el 10 de agosto de 2014.
“David Jiménez Rumbo es el aviador más caro y descarado que cobra en el Congreso local: se lleva más de 500 mil pesos mensuales libres de impuestos, que le son depositados en su cuenta bancaria; más otros 50 mil pesos de comisión que le paga cada uno de los diputados de su pandilla –el llamado Grupo Guerrero- por el favor de haberles convertido en ‘legisladores’ dentro de las filas del PRD; más el pago de otros favores políticos, como el nombramiento de funcionarios en el TEE, ITAIG, y demás…
“David Jiménez Rumbo se jacta de que no necesita trabajar. En entrevista con el autor de esta columna, ha dicho que todos los diputados, regidores y síndicos de su organización que han llegado a esos puestos, le pagan un porcentaje fijo de todos sus ingresos mensualmente, incluyendo prestaciones como bonos, vacaciones y aguinaldo. Con eso se financia nuestra organización”, refiere Romero Rendón en su columna.
Este jueves me llamó la atención una imagen de Rumbo que compartió en su cuenta de Facebook el ex dirigente estatal del PRD, René Lobato Ramírez, en el que se aprecia al legislador michoacano portando una camisa blanca, mirada seria y señalando de frente con el dedo índice. Y al fondo destaca el color amarillo con la leyenda “David Jiménez Rumbo, Diputado Federal. Cero cuotas, cero piso. ¡YA BASTA!”. ¡Zas!
No cabe duda que Rumbo es un político de ocurrencias e incongruencias.

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