OPINION

El Tercer Aniversario
Manuel Tello Zapata
Actuando con inteligencia, los dirigentes del movimiento de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, decidieron celebrar el tercer aniversario de su desaparición en Iguala, sin caer en actos de vandalismo como lo esperaban muchos; optando mejor por realizar marchas en la ciudad de México, respetando desde luego, el duelo que existe por las víctimas del terremoto ocurrido el pasado 19 del presente mes.

Aunque en Chilpancingo, personas desconocidas incendiaron dos vehículos, está confirmado que alumnos de Ayotzinapa no participaron en estos lamentables acontecimientos. Es necesario que se mantenga esta tónica, porque continuar realizando actos de vandalismo como protesta contra lo que ocurrió hace tres años, no los llevará a ningún lado. Está bien demostrado que por la violencia empleada, Ayotzinapa no cuenta con apoyo ciudadano de ningún tipo y solo algunos grupos radicales los secundan en las actividades de protesta.
GOBIERNO SOLIDARIO.
Al cumplirse ayer el tercer aniversario de los hechos ocurridos en Iguala, el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, envió un mensaje a los padres de familia de los 43 jóvenes desaparecidos, así como a los Estudiantes de Ayotzinapa. El Mandatario estatal expresó su solidaridad para con ellos, por estos hechos que mantienen viva la indignación colectiva.
Señaló que ese lamentable hecho se suma a los nuevos desafíos, como las consecuencias de huracanes y sismos que han abatido el patrimonio de muchas familias guerrerenses, a quienes hay que apoyar en forma decidida para que recuperen la estabilidad perdida. Reiteró su firme compromiso con la paz social y con evitar que las protestas justificadas por la desaparición de los 43, se conviertan en actos violentos como atentar contra los bienes, el libre tránsito y el derecho de terceros.
Finalmente, el Gobernador expresó su respeto irrestricto a la ley y se habrá de mantener viva la exigencia por la verdad, sobre el caso de los 43 estudiantes. Porque el gobierno es uno y para todas y todos. El mensaje de Astudillo Flores demuestra solidaridad, una actitud sincera y toda la comprensión de su gobierno para con Ayotzinapa. Pero también expresa la necesidad de que no se exija justicia por un delito, cometiendo otros.
LA REALIDAD SIN AMBAJES 
A tres años de distancia, los hechos ocurridos aquella noche en Iguala se han politizado tanto, que impiden conocer una realidad jurídica que sea aceptada por todos. Personas mal intencionadas que buscan ganar dinero para sus bolsillos, así como un Procurador General de la República que se precipitó al dar a conocer el resultado de las investigaciones, podrían empeorar el asunto e impedir que se conozca la verdad, aunque prácticamente está a la vista.
Quienes a$eSoran a los padres de Ayotzinapa, insisten en que fue el gobierno quien desapareció a los 43 jóvenes, y aunque apoyan el dictamen, se niegan a aceptar la principal conclusión de los Investigadores Independientes del GIEI: los jóvenes secuestraron un autobús de la central camionera igualteca, que estaba cargado de droga y saldría esa noche hacia la ciudad norteamericana de Chicago.
Existen muchas preguntas en base a ese dictamen: ¿Por qué salieron hasta las seis de la tarde de Ayotzinapa para llegar de noche a Iguala?; ¿Iban a secuestrar autobuses para salir el 2 de octubre a CDMX, cuando ya tenían suficientes en la Normal?; ¿Quién los mandó?; ¿Por qué se dirigieron de inmediato a sacar el llamado Quinto Autobús, de la Central camionera?
Si alguien envió a estos jóvenes para secuestrar el quinto autobús, evidentemente fueron interceptados por los dueños de esa unidad, y no permitirían que se la llevasen, por lo que apoyados por la policía preventiva y el Presidente Municipal de Iguala, los Guerreros Unidos persiguieron, acosaron y detuvieron a los estudiantes para llevarlos a  Cocula, donde fueron privados de la vida. Durante los cinco años anteriores, ese grupo delincuencial había desaparecido y asesinado a más de 400 ciudadanos en la región. 43 eran unos más en su larga lista.
Aceptar esta versión significaría que los sicarios y policías involucrados, que fueron detenidos esa noche y en días posteriores, podrán ser castigados debidamente. Si se continúa manoseando el asunto acusando al gobierno para bajarle más dinero, entonces los asesinos de los 46 podrían recuperar su libertad. Atención..

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