Cede Antonio Gaspar ante presión; ya sólo les deben salarios a 70 empleados

*Este jueves el Sindicato Independiente causó un gigantesco caos vial con bloqueos en la capital.
Chilpancingo, Gro., octubre 18 de 2018 (IRZA).- Integrantes del Sindicato Independiente bloquearon vialidades en el primer cuadro de la capital, marcharon y protestaron frente al Palacio Municipal, en demanda de que les paguen su salario correspondiente a la primera quincena de este mes a 70 empleados.

La protesta inició poco después de las 12:00 del día con el grito de “Se fue el MAL y llegó Gaspeor, por el voto que le diste sin trabajo me dejó”. 
Los trabajadores del Ayuntamiento bloquearon la avenida Benito Juárez en las esquinas con las calles Mariscal Galeana, Galo Soberón, Francisco I Madero, extendiéndose a Cristóbal Colón esquina con Juan Álvarez, en la entrada al paso a desnivel, así como en Galo Soberón esquina con Abasolo y Cinco de Mayo, lo que causó un desquiciante caos vehicular en todo el primer cuadro de la capital.
Los inconformes llevan siete días en plantón en la explanada de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (Coddehum) de Guerrero, con sede en la esquina de las avenidas Benito Juárez y la calle Galo Soberón, porque aseguran que el alcalde perredista, Antonio Gaspar Beltrán se niega a resolver sus demandas.
Indicaron que el Ayuntamiento tenía retenidos los salarios de 350 trabajadores, y que se manifestaban también por despidos injustificados y porque no les respetan incrementos salariales.
Después del bloqueo, para las 13:30 horas, iniciaron una marcha por la avenida Benito Juárez, a la altura de la Coddehum, con dirección al palacio Municipal, ubicado sobre la avenida Ignacio Ramírez.
Cuando arribaron al Palacio Municipal, el personal de seguridad del inmueble, colocó cadenas y candados en todas las puertas para impedir que entraran los empleados inconformes que en cabeza Domingo Salgado Martínez, dirigente del Sindicato Independiente.
Después de una proclama para exigir al alcalde Antonio Gaspar Beltrán que les pague sus salarios completos, deje de acusarlos de aviadores y que cumpla con los depósitos de las quincenas que le hacen falta recibir a 70 empleados, los trabajadores se abalanzaron contra el portón principal del estacionamiento subterráneo del Palacio Municipal y lograron abrirlo.
Varios empleados lograron ingresar al estacionamiento y ahí, los elementos de seguridad cerraron el portón del túnel, quedando atrapadas seis mujeres y un niño de ocho años, donde según denunciaron, una de ellas fue jaloneada con una mujer de nombre “Cony”, una incondicional del alcalde Antonio Gaspar.
De ahí, los discursos subieron de tono, en exigencia de que dejaran salir a las seis integrantes del Sindicato Independiente y al menor, lo que finalmente ocurrió media hora después.
Una joven madre trabajadora de nombre María del Rocío, con su bebé en brazos, denunció que ella no es “aviadora como dice Antonio Gaspar”, que todos los días que le toca laborar lo hace desde las 5:00 de la mañana barriendo las calles de Chilpancingo.
La mujer contuvo el llanto “de impotencia” por la falta del pago de su salario que ocupa para mantener a su bebé como madre soltera. “Es algo injusto porque yo no soy aviadora y eso que yo voté por él”, dijo María del Rocío.
“No es posible que a los tres días que legó Antonio Gaspar a la Alcaldía y nos quite lo que conseguimos”, denunció otro empleado.
“Nosotros lo pusimos y nosotros lo quitamos”, arengó una mujer.
Los empleados solicitaron la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores y del presidente de la Junta de la Comisión Política del Congreso local, Amílcar Sandoval Ballesteros, para que “Antonio Gaspar nos deje de pisotear”, porque “tal parece que el cargo le quedó muy grande”.
Los empleados responsabilizaron a Antonio Gaspar “de todo lo que nos pueda pasar”, que también acusaron de “intolerante” y “neurótico”. 
Acusaron que el alcalde utiliza todo un sistema de golpeteo para desprestigiar el movimiento de los trabajadores, además de cuentas en redes sociales manejadas con dinero del erario y por funcionarios y empleados afines a él y a su esposa, Yazmín Arriaga.
Posteriormente regresaron a su campamento en las oficinas de los Derechos Humanos, después de las 15:30 horas, pero con la advertencia de movilizarse nuevamente para demandar el reembolso de descuentos salariales y que cese “la represión laboral”. 
Domingo Salgado Martínez, dirigirte del organismo sindical, informó que por la presión que habían ejercido, ya eran sólo 70 de 350 empleados a los que no se había depositado su salario, y que estaban adscritos a la Secretaría de los Servicios Públicos Municipales, mercados y administrativos, pero que faltaba que les reasignaran los aumentos que lograron con la administración de Marco Antonio Leyva (MAL).

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