Fernando Polanco Ochoa/IRZA
Chilpancingo, Gro., octubre 17 de 2018 (IRZA).- El Ayuntamiento de Tixtla está ahogado por endeudamientos que no atendió el ex alcalde Hossein Nabor Guillén, quien además no le dejó dinero a la actual administración.
Erika Alcaraz Sosa, alcaldesa de Tixtla, dijo que su antecesor dejó el Ayuntamiento “sin dinero, sin equipamiento, sin materiales, sin camiones, sin nada”.
En entrevista al concluir la sesión del Congreso local en la que el gobernador Héctor Astudillo Flores emitió un mensaje con motivo de su tercer informe de labores, sintetizó que su antecesor dejó “cero pesos”.
Incuso afirmó que así lo demuestra el resultado del proceso de entrega-recepción, el cual en los próximos días notificará a las autoridades de la Auditoría Superior del Estado y de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, entre otras.
Pero, además, aseguró que un día después de haber asumido funciones recibió una notificación de embargo por un monto de deuda de un millón 200 mil pesos, porque Nabor Guillén ignoró las notificaciones de pago de laudos laborales.
Explicó que las sentencias de pago se llevaron a un convenio, pero el ex alcalde incumplió con los pagos, y tampoco reportó el recurso que retuvo del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de los últimos dos meses de su gobierno.
De acuerdo con la alcaldesa, su antecesor tampoco pago las cuotas al Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), lo que le está generando severos problemas financieros.
No obstante, comentó que aún no conoce a cuánto ascienden los pasivos que heredó, porque “todos los días nos están llegando nuevas notificaciones, todos los días tenemos requerimientos que tienen cumplimientos muy cortos; nos dan cinco días para cumplir uno u otro, y no hemos podido hacer un balance total de todo lo que debemos”.
Respecto a la nómina del Ayuntamiento, reconoció que “es muy complicada”, porque hay 132 trabajadores basificados a los que se deben 17 millones de pesos en prestaciones.
Comentó que pidió la ayuda del gobernador Héctor Astudillo Flores, para el rescate financiero del municipio, cuya formalidad se realizará en cuanto tenga los montos específicos del déficit que arrastra el Ayuntamiento de Tixtla.
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