Chilpancingo, Gro., diciembre 12 del 2018 (IRZA).- El secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, sostuvo que no existen condiciones para que familias desplazadas por la violencia hacia Chichihualco, cabecera del municipio de Leonardo Bravo, regresen a sus comunidades de origen, como Filo de Caballos y Los Morros.
Señaló que en Chichihualco hay al menos 120 personas desplazadas por la violencia a las que les brindan apoyos humanitarios, mismos que incluso envían a localidades de la Sierra.
Indicó que el gobierno estatal no persigue a nadie por sus ideas, y aclaró que lo único que se hizo fue dar a conocer al gobierno federal las actividades que realiza en aquella zona el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, por el peligro que representan, y que les preocupa que en algún momento pudiera enfrentar un problema mayor.
Dijo que la única aspiración del gobierno del estado es que los grupos de comunitarios de los municipios de Heliodoro Castillo y de Leonardo Bravo lleguen a buenos acuerdos para preparar un retorno pacífico y organizado de las familias desplazadas por la violencia.
Agregó que en todo momento el gobierno estatal ha evitado una confrontación armada, y mencionó que las negociaciones se han tardado porque se cuida mucho que no haya más de violencia que pudiera provocar un saldo lamentable.
El funcionario estatal declaró que es prioritario que los dos grupos en conflicto hagan conciencia que en esa zona de Guerrero está de por medio la actividad económica, así como el patrimonio y el bienestar de muchas familias, pero refirió que en esto también tienen que colaborar los grupos en pugna, y no frustrar el diálogo cuando se está a punto de llegar a acuerdos.
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