Karla Galarce Sosa
Acapulco, Gro; (29/ene/2019). El servicio de transporte público en Acapulco resultó ser el peor evaluado del país de acuerdo con el “Índice de Movilidad Urbana 2018” que realizó el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) y cuyos resultados fueron difundidos este martes.
En el contexto de las críticas debido al aumento de casi un 20 por ciento en el costo del pasaje en camiones urbanos, pues costaba 8 pesos y ahora el usuario paga 9.5; y de 8 por ciento de aumento en el taxi colectivo, pues de 16 que costaba el traslado, ahora se pagan 18 pesos), el IMCO difundió que Acapulco, Villahermosa y Tampico son las tres ciudades con el peor servicio de transporte en el país.
De los resultados, se destaca que el servicio mostró ineficiencia en su funcionamiento e infraestructura, se cuenta con poca transparencia en la inversión gubernamental, pues se invirtieron recursos públicos o, no se realizó inversión alguna en los últimos dos años; y se cuenta con débil regulación en su funcionamiento por la falta de reglamentos que favorezcan a los usuarios.
Realizado en las 20 ciudades más importantes del país y entre las cuales figura Acapulco, se señalan la falta de planeación urbana, la inequidad para el diseño de políticas públicas y problemas por el crecimiento desordenado que deriva en uso ineficiente de los recursos públicos.
Se detalla que el estudio se construyó a partir de la medición y comparación de las condiciones de movilidad de las 20 ciudades mexicanas más importantes, así como de su capacidad para ofrecer alternativas de transporte atractivo, deseable y alcanzable para toda su población. Se advierte que con el estudio se buscó medir qué tan competitiva es la movilidad, la distancia que un peatón o ciclista recorre en 30 minutos, como eje rector; y los servicios ofrecidos en una zona con alta actividad económica.
De las 20 ciudades estudiadas, que contemplan 203 municipios, destaca que Villahermosa y Acapulco presentaron la competitividad baja, Tampico - Pánuco tiene un nivel de competitividad media baja; y el Valle de México, Saltillo y Guadalajara cuentan con un nivel de competitividad adecuado.
En un comunicado el IMCO hizo un llamado a los gobiernos locales a diseñar y ejecutar planes estratégicos de movilidad que tengan como prioridad a las personas; lo que tiene un impacto favorable en el desarrollo económico regional, la planeación urbana, la capacidad adquisitiva de las familias, así como en la salud y la equidad entre los mexicanos.
Se añade que la movilidad ineficiente tiene implicaciones en otros rubros delicados de atención a la comunidad. Por ejemplo, en estas ciudades la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es casi cuatro veces mayor que en las tres ciudades con mejor movilidad.
Señala que las políticas actuales han llevado a un crecimiento desordenado de las ciudades, al uso ineficiente de recursos públicos en la construcción de infraestructura, a problemas de congestionamiento y a pérdidas sociales en la relación tiempo/calidad de las personas por los prolongados periodos de desplazamiento.
Estimaciones del IMCO, entre 1990 y 2015 el parque vehicular a nivel nacional aumentó a una tasa promedio anual del 5.3 por ciento, mientras que la población lo hizo a un ritmo del 1.5 por ciento.
En eficiencia y transparencia gubernamental. Mide el desempeño de los gobiernos locales en inversión en transporte sustentable, provisión de transporte, transparencia y gestión de calidad del aire.
Según los resultados, el primer lugar lo obtuvo el Valle de México y el último lugar es para Acapulco. Y explica que la eficiencia y la transparencia gubernamental, posee mayor impacto pues una movilidad competitiva está relacionada con una mayor inversión de recursos en infraestructura de movilidad sustentable, así como con mejores prácticas en transparencia presupuestal y menores índices de percepción de corrupción.
“En promedio, durante 2015, del total de sus recursos federales para movilidad, las ciudades invirtieron tan solo 2 por ciento en transporte público y 7 por ciento en infraestructura ciclista y peatonal. Además, 15 de las 20 ciudades no registraron inversión en transporte público ese año”, precisa el texto.
La crisis de abasto de gasolina ha evidenciado la dependencia al automóvil y las carencias en el transporte público. Cambiar la vida de todos es posible si logramos reconstruir y reinventar nuestras ciudades.
Al final, el IMCO propuso: Promover transporte público, limpio, y financieramente sostenible con precios que cubran los costos de operación, pero con tarifas diferenciadas para que la población vulnerable pague menos; permitir la innovación y el surgimiento de nuevas opciones de transporte administradas a través de tecnologías de la información; elaborar una ley de movilidad que dé prioridad al peatón, así como a la planeación de sistemas de transporte público y no motorizado; incentivar el uso de transporte público y no motorizado, y financiarlo a través de impuestos verdes, como la tenencia, cobro de vialidades urbanas e impuesto sobre gasolinas; fomentar el crecimiento de ciudades más compactas con usos de suelo mixto, incentivos fiscales para la construcción de vivienda social en el centro de las ciudades, bancos de tierra públicos para proyectos de desarrollo orientados al transporte; y dotar a los Institutos Municipales de Planeación (Implanes) con atribuciones necesarias para sancionar, a fin de que se cumplan los Planes de Ordenamiento Territorial.
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