Mujer insiste en que un empleado del IEPC intento acabar con su vida

Chilpancingo, Gro.,  julio 31 del 2019 (IRZA).- Luego de soportar durante más de 15 meses un tortuoso camino para exigir castigo a quien la violó e intentó asesinarla, Alejandra Mateos Jiménez aseveró que desde que fue objeto de esa agresión en abril del año pasado a la fecha lo único que tiene claro es que se siente “impotente y frustrada del sistema de justicia de mi estado, que se ha burlado de mi hasta más no poder”.

Alejandra ofreció este miércoles una conferencia de prensa para abundar sobre su caso, el que ya expuso hace un par de semanas en redes sociales y ha recibido solidaridad de agrupaciones de mujeres que condenaron que a 15 meses de ese hecho no se haga justicia.

Integrantes de las agrupaciones Mujeres Guerrerenses por la Democracia y Asociación Camino con Alas, acompañaron a Alejandra y criticaron que la Fiscalía General del Estado (FGE) haya reclasificado el delito de intento de feminicidio a sólo violencia de género.

Alejandra indicó que desde abril del año pasado ha tenido un transitar “tortuoso para que se me haga justicia, sigo esperando justicia y castigo a mi agresor Víctor Manuel Enríquez Lezama, quien atentó contra mi vida, me violó, me golpeó, me estranguló y creyendo que estaba muerta me dejó tirada”.

Aseveró que después de esa agresión, Enríquez Lezama “cobijado por su jefe, el contralor del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Enrique Justo Bautista, quien lo escondió durante dos meses en Azoyú, de donde es originario el contralor”.

Dijo que Víctor Manuel Enríquez regresó a laborar como si nada hubiese pasado, como secretario particular de Justo Bautista en la Contraloría del IEPC.

Denunció que desde que interpuso su denuncia ante el Ministerio Público, la agente Nomei Castro “clasificó mal el delito y sólo estipuló lesiones, amenazas daños y robo; se negó a integrar la carpeta (de investigación por tentativa de feminicidio), alegando que no estaba casada con el agresor, manipuló el expediente a su antojo”.

Denunció que ahora que Enríquez Lezama está siendo sometido a proceso en libertad provisional, el juez de la causa, Edgardo Mendoza Falcón, ha dilatado en varias ocasiones el desahogo del mismo porque tiene tiempo completo como trabajador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).