ZONA CERO

*Las asambleas de Morena y el poder 
Roberto Santos
Que se hayan cancelado las asambleas de Morena, debe ser penoso para quienes pretenden dar la impresión de ser distintos a los demás partidos.
La realidad, esa maldita terca que no da su brazo a torcer y no corresponde las aspiraciones de muchos, que por ser de Morena se ofrecen como distintos en pensamiento y acción.
Pues no. 

Ya se vio que pueden cambiar las siglas pero las personas siguen comportándose igual a los demás, a sus vecinos políticos con siglas distintas.
Si el electorado percibía que se encontraba ante algo distinto, ahora se dan cuenta que no es así, porque percibe que en la lucha por el poder con suma facilidad se repiten acciones que se ha concebido como fraudulentas.
Es como el inconsciente, que se manifiesta en comportamientos que reflejan lo que llevamos dentro y pugna por salir.
 Una naturaleza no consciente que se manifiesta en los acarreos, pago de votos, acarreos, que después para no aceptar la culpa, la desplazan para una vez más, señalando al contrario para limpiar su conciencia.
En el entorno actual, donde lo político ha perdido la confianza y credibilidad, y el partido que se propone como democrático y transparente, debe ser opuesto a las campañas sucias, descalificaciones y agresiones.
Por eso que los militantes y dirigentes durante la conformación de asambleas para elegir coordinador distrital, congresista estatal, consejero estatal y congresista nacional creen un ambiente de tensión, encono y de violencia en aras de imponerse a toda costa al otro, mandan un mensaje contrario a la confianza ciudadana. 
Este domingo pasado quedó demostrado que no se cumplió aquello que los ciudadanos esperaban de su partido y de sus líderes.
No se concretó la participación de los morenistas en las urnas porque –según la queja– tardaron hasta 5 horas en ser atendidos, por rasuramiento del padrón, gente acarreada y afín a líderes, intervención de los Servidores de la Nación, y violencia.
Lo anterior fueron algunas de las prácticas en esta expresión política, lamentable para algunos, pero que las trae marcadas como una herencia genética contraria a su discurso cotidiano.
Por eso veremos cómo en este movimiento –que no partido– la lucha por apoderarse de la mayoría de los espacios será dura y hasta violenta, y se cumplirá la definición de Lord Acton, acerca de que “el poder no corrompe, sino refleja lo que eres”.
Esta definición la complementa cuando señala que “el poder hace a las personas menos justas, y empuja a cometer actos inmorales, sólo cuando cae en manos de gente que estaba acostumbrada con anterioridad a puestos sin ninguna responsabilidad.”
Este domingo varios actores de Morena han quedado definidos en su personalidad y su búsqueda descarnada por el poder, y la mayoría no han tenido algún puesto de responsabilidad.

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