*Podrían enfrentar mayores costos de producción ante el alza en los precios de materias primas, en particular en regiones que se especializan en la producción agroindustrial.
El conflicto de Ucrania aumenta la posibilidad de que se prolonguen las disrupciones en las cadenas de suministro y que se incrementen, aún más, los precios de distintos insumos, advirtió el Banco de México.
Las empresas podrían enfrentar mayores costos de producción ante los incrementos en los precios de materias primas, en particular en regiones que se especializan en la producción agroindustrial como las que están en el centro norte, refirió la directora de Análisis de Precios, Economía Regional e información en Banco de México, Alejandrina Salcedo Cisneros.
En la citada región se encuentran empresarios de los estados de Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas.
Durante la presentación del “Reporte sobre las economías regionales”, la funcionaria destacó que de confirmarse nuevas disrupciones en la cadena de suministro, las empresas que se verán afectadas en México son las que se encuentran en la región norte y la central.
Las de la región del norte, operan en los estados de Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas. Y en la región centro están las de Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala.
Fomentar fortaleza
Al interior del documento, el equipo de investigación económica de Banxico, que sigue operando sin director, estimó que el conflicto entre Rusia y Ucrania representa importantes riesgos para la recuperación económica.
Expusieron que el aumento de incertidumbre a causa del desarrollo del conflicto geopolítico, impone la necesidad fomentar condiciones que incentiven la inversión.
La funcionaria dijo que “ante el entorno complejo que representa aún la pandemia y el riesgo del conflicto geopolítico, es necesario que las economías regionales fomenten condiciones adecuadas para la inversión privada”.
En particular, mencionó el fortalecimiento del Estado de derecho y la seguridad pública.
“Los empresarios nos han mencionado que es importante para sus inversiones que haya un entorno de gobernanza. Esto quiere decir que ellos tengan certidumbre, que sepan bien cual es el entorno para mantener sus inversiones para que puedan tomar sus decisiones”, refirió la funcionaria.
Industria agroalimentaria, más sensible
La experta destacó que la encuesta que levantó Banxico entre los empresarios de las cuatro regiones para integrar este reporte fueron recabadas mucho antes de que se agudizara el conflicto, a fines de febrero.
Por lo tanto, “no teníamos tantas menciones de efectos que resentirían las empresas”.
Admitió que les llamó la atención que fueran los empresarios del centro-norte, específicamente de la industria alimentaria, quienes reconocieron que existía el riesgo de un encarecimiento del precio de los insumos, en particular los energéticos y los alimentos ante el avance del conflicto.
Inflación desincentiva turismo
Salcedo destacó, también, que los empresarios manifestaron que los niveles altos de inflación pueden afectar la recuperación económica y la dinámica de su actividad productiva.
De hecho, al interior del documento, evidenciaron que los empresarios de la región norte, expusieron que el aumento de la inflación afectó el presupuesto en viajes y eventos por parte de las familias y empresas.
A nivel general, los empresarios del sector turístico dijeron que “la disminución del poder adquisitivo de la población asociado a la débil recuperación del empleo y una mayor inflación ha generado un menor gasto en actividades turísticas”.
Desaceleración económica e inseguridad
Los empresarios de todas las regiones indicaron tres riesgos a la baja para su desempeño económico, donde el primero es la persistencia de la pandemia y su impacto en una recuperación menos vigorosa.
El segundo es que se deterioren los indicadores de seguridad pública, particularmente señalado en las empresas de la región sur donde se encuentran Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Y el tercero, que persista la incertidumbre interna que afecte a la inversión.
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