Una decisión personal
Por Ernesto Salayandia García.
El que no sabe es como el que no ve.
Desde niño tuve la compulsión por la cerveza, empecé a tomar, por supuesto a escondidas de mis padres, desde los 12 años de edad y recuerdo que mis primeras borracheras fueron entre los 14 y los 15 años de edad, también que vomite y que me puse muy mal, claro que yo desconocía todo sobre mi enfermedad, ligado a mi manera de beber, comencé a fumar como desesperado, o sea adquirir, 2 adicciones muy fuertes que estuvieron en mi durante más de 30 años de mi vida y yo me resistía aceptar que tenía un serio problema por mi manera de beber, no daba crédito que el alcohol era el causante de infinidad de problemas y estuve en la negación rotonda todo ese tiempo. No me daba cuenta de que manera perdía el sano juicio, comenzábamos a tomar en grupo, en la casa de un amigo y al poco rato yo ya estaba borracho, ya vivía y se siento, aunque tenía una tomada tranquila no era mala copa, si me metí en problemas y discusiones y cosas relacionadas con el alcoholismo, en mi casa jamás se percataron que yo tuviera una tendencia alcohólica, que estuviera entrando a un pantano de arenas movedizas, incluso el alcohol siempre estuvo presente en todos los eventos familiares y sociales en mi hogar.