Hola Ernesto! Cocainómano
Por Ernesto Salayandía García
Recordar es volver a vivir
A veces como que se me olvida de dónde vengo, se me borra del mapa, el abismo profundo y negro donde me encontraba, del pantano infernal donde me dañaba severamente en todos los sentidos, del refugio del huracán rugiente que exterminaba y lesionaba a mis seres cercanos, se me olvida los estragos amargos de esta maldita, perversa enfermedad del alma y como que me siento muy recuperadito, es más, ni consiente me veo respecto a la magnitud de mi enfermedad emocional que es de por vida, de repente me lleno de soberbia, mis egos afloran en mis pensamientos, lenguaje y actitudes, ahí está en vivo y a todo color esta triste enfermedad, que no es solo alcohol y drogas, es la ruina espiritual, las falsas expectativas de mí mismo, sin ver el cúmulo de defectos que tengo y los patrones de conducta equivocados que me arruinaron en la vida, y de repente, vuelvo a repetir la triste historia con mis actitudes de súper dotado, no veo, lo que se me da con facilidad, expresar mi lenguaje de superioridad, destilando soberbia hasta las cachas, como que de repente se esfuman esos recuerdos de los amargos estragos del alcohol y las drogas, pero Dios es muy grande y por si acaso se me olvida, él me lo recuerda de mil maneras y esta tarde, él me mandó un mensaje muy claro, me vi a mí mismo, regresé a 18 o 20 años atrás de mi vida, y aún estoy reflexionando, tenía que escribirlo y compartirlo, si me lo permites.