Hasta las oficinas de éste órgano informativo se presentó el señor Juan Carlos Zancona para denunciar públicamente las fechorías que ha venido cometiendo en su contra el titular de la Dirección de Actividades Comerciales y Espectáculos Públicos (Dacyep), Ángel Solís Villagómez, a quien acusa de bloquear su negocio por órdenes de una familia muy “influyente” que regentea tres antros de mala muerte en el primer cuadro de la ciudad.
Manifestó en tono molesto el señor Juan Carlos Zancona, propietario del bar ‘‘La Jungla’’, que anteriormente tenía su negocio en la calle Antonia Nava, pero por incosteable decidió hacer su cambio de domicilio y mudarse a la calle Hermenegildo Galeana, en donde desde hace tres meses el tal Ángel Solís no lo ha dejado abrir su negocio, el cual es el sostén de cinco familias, las cuales tienen que pagar los servicios básicos, como agua, luz y dar el sustento diario para la manutención de sus hijos.
Dijo que tiene todos sus respectivos documentos en regla y su negocio ha sido verificado por diferentes dependencias gubernamentales, como son desarrollo urbano, protección civil, bomberos y salubridad, quienes ya realizaron el respectivo dictamen y le dieron luz verde, pero Ángel Solís Villagómez, titular de ‘‘reglamentos’’, en complicidad con miembros de una familia que se creen todo poderosos y que regentean varios antros de vicio en esa área, se ha negado a realizar la respectiva verificación que por ley le corresponde hacer.
‘‘Yo ya hice mis pagos sobre el dictamen, pero en ‘‘reglamentos’’ muy sospechosamente no me conceden el cambio de domicilio, ni me reciben el dinero para pagar mi refrendo, no obstante que ya solventé los pagos de todos los dictámenes de los que salí bien librado, por lo que no sé qué compromisos tenga Ángel Solís con los miembros de la liga de la decencia, a quienes encabeza un fulano de nombre Sommer Ríos, y que dicho sea de paso, con descarados “machucos” pretenden imponer como presidente de la colonia centro’’, dijo.
Francisco Ibarra, Sommer Ríos y Ángel Solís realizan componendas en mi contra, por lo que están violando mis garantías individuales al no dejarme trabajar, ya que por sus pantalones tengo tres meses con mi negocio cerrado, tiempo en que el tal Ángel Solís, solamente se ha concretado a mandarme emisarios, como un sujeto de nombre Cristian Niño, el cual sin ningún argumento y en son de burla me expresó: ‘‘¿sabes qué amiguito?... ¡no vas a abrir por mis pistolas!’’, apuntó.
Explicó el quejoso que para taparle el ojo al macho presentaron unos documentos con firmas de 13 individuos, a los que nadie conoce, ni viven cerca de su negocio, aduciendo que le indicaron que no puede tener su negocio funcionando en ese lugar porque a pocos metros de ahí está un hotel; sin embargo, dijo don Juan Carlos Zancona, que por ese lugar existen infinidad de negocios con el mismo giro y algunos son regenteados por los amigos del director de “reglamentos”, entre ellos está el restaurant-bar denominado ‘‘Bandidos’’, el cual está a escasos diez metros de la iglesia, y sospechosamente el dueño nunca ha sido molestado por autoridad alguna, no obstante que funciona con música viva y presta servicio al público hasta muy entrada la madrugada.
Por último, argumentó que su negocio es un atractivo turístico más como existen muchos en este puerto, subrayando que tiene 11 años trabajando y nunca había tenido problemas con nadie, hasta que llegó el gobierno del cambio con funcionarios públicos “cachulecos” y con mucha hambre de dinero, concluyó.