Si se puede vivir SIN ALCOHOL y SIN DROGAS
Por Ernesto Salayandía García
Caída tras caída, sin aceptar. Hoy recuerdo, del infierno en el que viví, en lo que ha sido mi vida activa, prendido de las sustancias, fumando como desesperado, un cigarro cada diez minutos, recodar mis niveles de ansiedad y como me intoxicaba con cocaína, morfina sintética, pastillas, de todas, mi botella de vodka y claro, mis casi tres cajetillas de cigarros, la verdad de las cosas es que yo no podía, vivía para drogarme y me drogaba para vivir, mi vida no tenía sentido, mi mar de sufrimiento era enorme, y por supuesto las consecuencias no se dejaban esperar, abogados tocándome a la puerta, deudas por donde quiera, problemas con mi esposa y el abandono de mí mismo, era casi un esqueleto humano, mi peso era menos de 50 kilos, mi piel amarilla, seca, marchitada por tanta droga, mis ojos sin ninguna expresión, desganado, con la autoestima por los suelos, en el sótano, y muchas veces decía.- Juro que no me vuelvo a drogar, juro que no vuelvo a tomar.-