Mensaje de la diputada Ana Lilia Jiménez rumbo por día internacional de la mujer

Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Las Naciones Unidas iniciaron la celebración en el año de 1975, en memoria de los movimientos obreros surgidos a finales del siglo XX en América del Norte y Europa.Desde entonces el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial, y en la mayoría de los países, incluido México, esta celebración se convierte en la mejor ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, pero también, sobre los obstáculos que seguimos enfrentando.
En este marco, deseo manifestar a todas las mujeres  del Estado de Guerrero, el más amplio de mis reconocimientos por su incansable labor en defensa de nuestros derechos y por su lucha diaria a favor del engrandecimiento de nuestra patria.
A las mujeres que trabajan en el hogar, a quienes están en las oficinas públicas, a las que son empleadas en los comercios, en las fábricas, en el campo, a las que están en las escuelas, en las luchas sociales, en la política; a las mujeres que se encuentran privadas de su libertad, a todas en cualquier lugar donde se encuentren,les expreso mi solidaridad por nuestra condición de mujeres.
Hoy es una oportunidad para que alcemos la voz, para que digamos basta de violencia, basta de abusos, basta de discriminación, basta de feminicidios; es una oportunidad para que enarbolemos la bandera de la igualdad, la justicia y la dignidad.
El Día Internacional de la Mujer, además de una conmemoración, es una oportunidad para exigir que se cumplan las leyes; que se haga realidad ahora, lo que antes sólo fueron buenas intenciones.
De nada serviría en nuestro Estado la existencia de la “Ley para la igualdad entre mujeres y hombres”, sino se generan las condiciones para eliminar cualquier forma de discriminación por razón de género; de poco valdría “la Ley de acceso a las mujeres a una vida libre de violencia”, si los poderes públicos no dictan las medidas presupuestales y administrativas para garantizar que las mujeres gocen plenamente de esos derechos; sería ocioso tener una “Ley para prevenir y eliminar la discriminación”, si seguimos siendo discriminadas por nuestra condición de mujeres.
El cambio es posible, pero debemos unir nuestras voces, nuestros esfuerzos y nuestras luchas para impedir la violencia en los hogares, para evitar las violaciones sexuales, para erradicar la trata de personas, para impedir el matrimonio infantil, para poner un alto a los feminicidios.
Se ha dicho que en todos los lugares del mundo las mujeres estamos alzando la voz para dejar de lado el silencio y la indiferencia frente a los hechos de violencia, dejemos pues el silencio y alcemos la voz, para que la violencia, la discriminación y la desigualdad sean cosa del pasado.  Feliz Día compañeras mujeres. Marzo 8 de 2013.

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