PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía
PRI: Sobre advertencia, no hay engaño

“No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia”
         Montesquieu. 1689-1755. Escritor y político francés.
Desde el momento mismo que la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI) decidió rescatar el poder del país que la cleptocracia imperial había decidido “prestarle” a la reaccionaria oposición panista en simulador ejercicio de transición democrática., lo hizo sin ambages dominantes sino posicionamientos firmes de políticas convincentes para alejar temores añejos de la población y despertar nuevas posibilidades, mejores que las fracasadas administraciones del PAN que desperdiciaron la oportunidad de gobernar para una ciudadanía hambrienta de justicia social, igualdad y libertad, tan lejanas como la democracia, que incluso empezaban a sacar del ostracismo conformista a gran parte de una sociedad que seria peligrosa para el control de los oligarcas.
Así los priistas lacayos del sistema dominante sumisos a los designios capitalistas, con la maquinaria electorera bien aceitada y el personaje adecuado y encopetado para concretar el magno engaño y poseídos por el seguro respaldo de los poderes fácticos del país –únicos ganones empoderados desde tiempos de don Benito Juárez García cuando se confabularon las imperiosos fuerzas inglesas, francesas, españolas y estadounidenses para afirmar su poderío con Porfirio Díaz y hasta la fecha--, impusieron en consecuente complicidad con el malhadado IFE, creación frankistesiana de esta clase política gobernante, de presidente a Enrique Peña Nieto y la mayoría en el Congreso con siniestros proyectos acordes con sus amos del Consenso de Washington, del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), y tras superadas batallas de repudio con demostraciones ya del autoritarismo que nos esperaba, de inmediato procedieron a legislarlos con seudo reformas estructurales a la ley laboral, la educativa y las propuestas para privatizar Pemex, telecomunicaciones y fiscales con el IVA a medicinas y alimentos en vorágine recaudatoria con el consecuente mayor empobrecimiento de la indefensa población.
Para paliar el creciente descontento en todos los niveles, destacadamente entre el estudiantado, el gobierno peñanietista directa o indirectamente sorprendió con una inexplicable explosión en los sótanos de Pemex mientras estaba en boca de todos su propósito de abrir la empresa a inversiones privadas para crear una atolondradora confusión en la población que apenas normaba el criterio sobre la política nacional, cuando en desplante populista lanzó Peña Nieto una “cruzada nacional contra el hambre” en el pobrísimo municipio de “Margaritas” al rescate emblemático dijo la titular de Sedesol y exmilitantes del PRD, Rosario Robles, de triste memoria, en 400 localidades con graves problemas de acceso a la alimentación, curiosamente dispersas dentro de la lista de 14 estados donde habrá elecciones para alcaldes, diputados y un gobernador en Baja California, cuestión, como sus demás acciones de manifiesto sospechosismo y revelador de su incontenible demostración de poder con que intimida, como se demostró con la inesperada captura y encarcelamiento de la otrora poderosa líder del sindicato de maestros, el más grande de Latinoamerica, Elba Esther Gordillo, que puso a precavido resguardo a más de media docena de otros caciques sindicales reconocidos por su inexplicable enriquecimiento, sobretodo por la estrategia persecutoria fundada en la investigación “en cumplimiento del deber” de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, que tiene la facultad de interiorizarce de los recursos manejados en cualquier entidad u organización haciendo a todos candidatos a caer en sus redes.
En tales condiciones a ningún mexicano debe extrañarle que la imperiosa actitud del gobierno de Enrique Peña Nieto y el Congreso que lo avala, más el silencio disciplinado de la Corte, anuncian barruntos de tormentas sociales que harán sentir sus efectos cuando los 15 supermillonarios de la nación registrados en la Revista Forbes, aumentan a más de los 400 de los poderes fácticos en número y bienes, en tanto la desigualdad social incremente la miseria aplacada quizá con programas dadivosos o designios obligatorios para el lumpen proletariado cuyo destino parece tan incierto, como inexplicable resulta la política traída al escenario del país por el presumido nuevo PRI que parece perdido por su soberbia autoritaria.
BALA PERDIDA.
Y como una muestra más de los tan fallidos como aparatosos propósitos del gobierno federal, nos encontramos nuevamente ante una avasalladora criminalidad que, con escuadrones de la muerte, comandos de asesinos o fantasmales sicarios de una delincuencia organizada o no que, nada más en los últimos días a más de ejecutar a cuatro policías y tres civiles en Sinaloa de 90 disparos poco antes de la llegada de Enrique Peña Nieto a Culiacán, victimaron salvajemente de 18 balazos al periodista de Ojinaga, Jaime Guadalupe González, en crímenes que amenazan quedar tan impunes como los 192 registrados hasta ahora en aquella entidad, y 3 mil 600 que suman durante el ensangrentado gobierno Mario López Valdez.

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