LAS MUJERES Y LA UTOPÍA

Por: Ricardo Martínez Sánchez
Las mujeres mexicanas por su constancia y perseverancia, hace 60 años  conquistaron su derecho a votar; lo triste que de acuerdo a reportes de ONU Mujeres, el acceso al poder en México sigue estando limitado. Con la aprobación de la reforma política electoral, sin lugar a dudas vuelve la participación activa de la mujer, que crece como una bola de nieve en los últimos años, aparejada con la aceptación, respeto y garantía a que ejerzan efectivamente sus derechos ganados.

El mecanismo del 50% de las candidaturas a cargos de representación, es decir, el que corresponderá a cada uno de los sexos, que garantiza el aumento sustancial de la participación de las mujeres en la vida pública, sin dudas un paso muy valioso.
Hay como siempre argumentos en contra de este mecanismo de participación de la mujer, como que no tienen los méritos suficientes para ocupar los cargos de representación;  permítanme decir que adolecen de una gran mediocridad y otros muchas veces repiten sin pensar,  ni siquiera se molestan por leer textos básicos sobre este interesante tema.
Por si fuera poco nuestro país ha firmado los tratados internacionales dígase ONU como de la OEA que ordenan la participación política de las mujeres de modo que la reforma de cuotas de género que existen en nuestra legislación es darle cumplimiento a dichos compromisos.
La presencia de las mujeres en las cámaras es la señal perfecta de la evolución del país. Como dato curioso basta ver que los países más desarrollados tienen altísimas tasas de participación femenina en la política, como los del norte de Europa, y los rezagados siguen obligando a las mujeres a permanecer en roles de subordinación.
La pregunta: ¿cómo ven nuestros congresos locales?  Pues en el de Guerrero la situación es deplorable sin explicación, hoy más que nunca se necesitan fuertes cuotas de mujeres que permitan romper aquel famoso techo de cristal que les impide desarrollarse completamente en el ámbito de lo público. Además del terrible desempeño que han tenido los hombres al frente de las instituciones públicas.
O díganme si ellas no lo hacen mucho mejor, miren.
Rosario Herrera Ascencio: Actual Secretaria de la Mujer en el Estado de Guerrero, ex diputada federal, dirigente de la primera casa de mujeres estudiantes en Guerrero, dirigente estatal de la corriente socialista del PRD en Guerrero,  fundadora del partido mexicano socialista (PMS), Consejera estatal del PRD en Guerrero, comisionada nacional del CEN del PRD en el Estado de México, presidenta del CDM del PRD en Acapulco, Guerrero. Solo por mencionar algo de su trayectoria política, hoy su desempeño como Secretaria de la Mujer la ha encumbrado como una de las funcionarias de mayores resultados dentro del gabinete del gobernador Ángel Aguirre Rivero, con el claro ejemplo que las mujeres son de resultados.
Beatriz Mojica Morga, miembro del Partido de la Revolución Democrática, funcionaria del Gobierno del Estado de Guerrero. Es consejera nacional de esa organización política; fue Secretaria de Alianzas y Relaciones Políticas Nacionales del PRD y Diputada Federal de la LIX Legislatura del Congreso de la Unión de México. Como funcionaria realiza un papel sobresaliente dentro de la Secretaria de Desarrollo Social.
Julieta Fernández de Añorve, Mujer de mucho carisma, hoy diputada local plurinominal, de un trabajo al frente del DIF de Acapulco bastante aceptable, pero con un gran defecto, ser esposa de aquel que absorbió todos los recursos públicos del Municipio de Acapulco.
Maricarmen Cabrera Lagunas, una de las mujeres dirigentes del PRD, con amplia trayectoria y calidad comprobada, consejera nacional del PRD, coordinadora de una de las expresiones más importantes del estado, apunto estuvo de ser diputada local plurinominal pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió que existía ya una sobre representación del PRD en el Congreso Local.
Pero la tenacidad de la mujer la sigue manteniendo como una de las mujeres políticas más sobresalientes del estado de Guerrero.
Entonces con estos claros ejemplos, pocos desde luego porque existen una gran cantidad de mujeres valiosas en la vida pública, que dejan claro el terrible desempeño que han tenido los hombres al frente de instituciones públicas, lo verdadero es que las mujeres solamente nos dan mejoría. Ellas no dejan un solo espacio para empeoramiento, estoy convencido que ellas podrán hacerlo, mucho mejor

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