MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Saneamiento del Huacapa; en la mira de Mario Moreno
En algún lugar escuche decir, “nunca más un Huacapa pestilente”. Frase publicitaria, que se habría utilizado para asegurar que se había hecho lo suficiente, para sanear uno de los más grandes focos de contaminación de la capital del estado. La feroz tormenta Manuel vino a demostrar que hace falta mucho trabajo por hacer en la materia. Hoy el río Huacapa luce, por los destrozos y las aguas residuales, una de las peores caras de su existencia.
Eso lo sabe el alcalde capitalino, Mario Moreno Arcos, quien hoy suma esfuerzos con la federación y el gobierno del estado, en aras de concretizar obras que tengan un impacto más importante en la protección del ambiente y eleven la calidad de vida de la gente.

Así es. Por mucho, la imagen del río Huacapa no es la mejor carta de presentación de la capital del estado. Desde antes de la tormenta Manuel, ya se daban señales de que las obras de saneamiento, no habían estado a la altura de las circunstancias. Los colectores comenzaron a tener fallas y la torrencial tormenta trajo consigo la debacle.
La situación actual requiere de obras de otro nivel. De la aplicación de políticas públicas que lleven un alto sentido humano. Y más aún, cuando sabemos que la contaminación ambiental de esas características, en donde corren las aguas residuales a cielo abierto, representa una fuente gigantesca de enfermedades. ¿Cuánta gente hoy anda con padecimientos respiratorios y gastrointestinales en la capital del estado? Con justa razón, se ha incrementado el número de farmacias.
La tormenta Manuel, es cierto, debemos decirlo como es, no solamente causó destrozos, sino que además, vino a desnudar la falta de previsión, planeación y mala ejecución de obras. Lo que se reduce en dos palabras: Ineficacia y corrupción. En medio de todo eso, lo único que se puede pedir, a quienes tienen en sus manos la aplicación de las políticas públicas, es que en ésta ocasión, hagan las cosas bien. Como dios manda.
La obra del Huacapa, no consiste solamente en la reapertura de sus calles laterales, para aliviar el tránsito vehicular de la ciudad. Ese es un buen punto. Sin embargo, es más importante el tratamiento de las aguas residuales, por los efectos que conlleva para la calidad de vida. 
En ese sentido, es bueno ver que el presidente municipal, Mario Moreno Arcos, tiene depositada la mirada en ese tema. Así lo demostró hace unas horas, cuando puso en funcionamiento una planta tratadora de aguas residuales en Amojileca, con la que se disminuirá el grado de contaminación que hoy acusan las aguas de la presa del Cerrito Rico, mismas que suelen correr por todo lo largo de Chilpancingo.
Y es mejor saber, que el plan que posee el alcalde, apunta hacia el saneamiento de todo el circuito, que comienza en Amojileca, sigue la presa del Cerrito Rico, pasa al río Huacapa y hasta llegar al río Azul, para lo cual afina los detalles con la federación y el gobierno del estado, a efecto de instalar las plantas tratadoras y hacer las obras necesarias, que traigan el impacto ambiental deseado y eleven la calidad de vida de los capitalinos, así como de los municipios vecinos.
Obras de éste nivel suenan bien para Chilpancingo. Eso es más que una simple frase publicitaria, como aquella de “nunca más un Huacapa pestilente”. Creo que Mario Moreno tiene una idea clara de lo que se necesita. Es más, me atrevo a pensar, que de concretarlo, sus bonos se irán hasta las nubes. Esa es la cuestión.

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