MEMORÁNDUM

*** La actitud del Gobernador

Gerardo Ruano Cástulo

Algo no estaba funcionando dentro de la empresa. A pesar de haber dado todo el poder a la gerencia y al área de recursos humanos para contratar a personal de alto nivel, con el fin de mejorar el rendimiento de la empresa, las cifras indicaban un descenso importante en las utilidades. 

Ante la situación, el dueño llamó a junta urgente, citando para esto, a todos los jefes, comenzando por la gerencia, hasta el más modesto de los departamentos. Ya instalados, mostró los resultados del último trienio, en donde las gráficas mostraban cifras preocupantes. Preguntó sobre las nuevas contrataciones. Al respecto, el Gerente con el jefe de recursos humanos, indicaron que habían contratado a gente con un gran perfil académico. 

Mostraron los expedientes de los contratados y efectivamente, se trataba de personas con una hoja académica impresionante. Estaban enfrascados en esa discusión, cuando alguien levantó la mano. El gerente, ordenó que la bajara, aduciendo: “Estamos buscando soluciones, no comentarios vanos, que no ayudan a una reunión productiva.”

El dueño de la empresa, al escuchar el comentario de su gerente, frunció el ceño y dijo: “Silencio”, para después voltear a ver a quien levantó la mano: “¿Quién eres?”, preguntó. El humilde empleado manifestó que era el jefe de servicios generales. “¿El que tiene mi oficina en orden. El que a todos nos tiene con los servicios funcionando bien, para que no existan contratiempos. Quien de inmediato acciona, cuando se requiere de que su equipo entre en acción. Quien va adelante, antes de que sucedan cosas que retrasen el proceso productivo?”, expresó el dueño. 

El trabajador dijo: “solo hago lo que me corresponde señor”. “Haber ¿Qué tienes que decir?”, preguntó el dueño. “Que el proceso de contratación está mal, desde la convocatoria. Ahí ponen, sueldo según aptitudes. Rinden tributo al conocimiento. Se olvidan, que lo más importante, es ponerse en acción. La convocatoria debiera decir, sueldo según actitud.”

El dueño, dio por cerrada la reunión. Al día siguiente, había nuevo gerente en la empresa: El modesto jefe de servicios generales. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.) 

Actitud es la palabra clave. Dice Anthony Robbins en su libro “Poder sin Límites”, lo importante no es el conocimiento, sino la acción. La actitud es saber elegir como sentirse. No olvidar aquí, que son las emociones las que mueven al mundo.

Ante el panorama complicado, sin duda, quien posee una gran actitud, es el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores. En la adversidad, va caminando hacia adelante. Prueba de ese entusiasmo y determinación, se puede ver, en el reciente evento deportivo de corte internacional, que se realizó en Taxco de Alarcón. 

El evento nacional de Cardiología, realizado en Acapulco, es también una muestra de la gran actitud que posee el mandatario estatal. Como también lo vimos, cuando salió al encuentro de los habitantes de la sierra, a quienes no solamente escuchó, sino que además, les reiteró todo el apoyo de su gobierno, comenzado por poner en marcha, acciones a favor de la seguridad pública.

La filosofía del crecimiento humano, indica que para alcanzar el éxito se necesita del 85% de actitud y solamente del 15% de aptitud. Creo, que en Guerrero, por lo que vemos, el Gobernador Héctor Astudillo, tiene bien clara la ruta y avanza con una gran actitud.

EN DONDE TAMBIÉN, hay señales de una gran actitud, es en el Instituto Estatal para la Educación de los Jóvenes y Adultos de Guerrero, por sus siglas IEEJAG, en donde Jorge Salgado Parra, ha mostrado su talento ante la situación que impera en la institución. Su actitud, ha sido, desde el primer día, la de buscar soluciones y eso le ha sido reconocido por los trabajadores.

Jorge Salgado tomó una institución con diferentes pendientes, a los cuales, lejos de sacarles la vuelta, les ha entrado con una gran actitud. El punto es, revertir todo eso, para ir por mejores resultados, en el rubro de la alfabetización. 

Creo, que Salgado Parra tiene buenos argumentos y una gran actitud, para levantar el barco. Esa es la cuestión.