MEMORÁNDUM

*** El valor de la paciencia

Gerardo Ruano Cástulo
La inversión había sido enorme. No era para menos, se trataba de la compra del potrillo, descendiente del caballo más ganador de las carreras de apuestas. Por su sangre circulaba la herencia del éxito. Se vino un proceso de grandes cuidados y atenciones. Un crecimiento bien atendido y poco a poco fue dando muestras de su gran habilidad para correr. Era palpable que volaba.

El dueño estaba muy emocionado por su adquisición, por lo que viendo el gran desarrollo y avance del caballo, se comprometió a una primera carrera privada con apuestas. Al ir a comunicar a su equipo la situación, el entrenador le dijo con seguridad: “El caballo aún no está listo. Necesita más tiempo para ir a competencias”. Ante esa respuesta, su molestia fue palpable.
Así que, les dio la orden, de tener en condiciones al caballo para el día de la justa. El entrenador solamente expresó: “haremos nuestro trabajo, más recuerde, que al caballo le hace falta tiempo para convertirse en el gran campeón”.   
Llegó el día de la carrera. Tal y como lo predijo el entrenador. El caballo quedo en segundo lugar. El dueño perdió una buena cantidad de dinero. En reacción a la derrota, el dueño despidió al entrenador y su equipo.
Contrató a un nuevo entrenador y equipo. Después de unos meses de trabajo, volvió a pactar otra carrera. Fue a comentar al equipo. El nuevo entrenador dijo: “El caballo necesita más tiempo de preparación. No estará en el mejor punto para competir”. El dueño se molestó y dijo: “Hagan todo lo que está en sus manos para que esté listo”. En respuesta, el nuevo entrenador y su equipo decidieron renunciar.
El dueño estaba muy molesto con lo ocurrido. Llegó a su casa y ahí se encontró con su padre, a quien le contó lo ocurrido con los equipos que había contratado para el caballo. Así como lo dicho por los entrenadores. Después de esto, le preguntó a su padre: “¿Qué opinas papá?”.
El señor solamente manifestó: “Creo que solo necesitas darle más tiempo al caballo”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
La ansiedad es un gran obstáculo del éxito. Todo proceso necesita tiempo. El éxito es acumulativo. Es la suma de muchas buenas decisiones.
Así ocurre en el ámbito social, en donde los grandes problemas no se habrán de resolver de un solo plumazo. Los grandes desafíos de hoy, se han generado producto de las malas decisiones de años. No aparecieron el día de ayer.
La inmovilidad de la gente y la indiferencia tienen raíces hondas. Simple, como darse cuenta, que el cuidado y conservación de los espacios públicos, se sigue pensando que es responsabilidad única de los gobiernos; aunque a todos sirva para ejercitarse o convivir.
Tal vez algunos menosprecian el trabajo comunitario, emprendido por el alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, sin embargo, es evidente, que esa acción, está enfocada a retomar esa parte que se ha perdido, la de hacernos corresponsables. La tarea es de todos. No solamente del gobierno. Por algo, esa labor no se frena y llega cada fin de semana a colonias y comunidades de la capital.
Otro punto para valorar, es la puesta en marcha del programa de pisos y techos, en donde el Presidente Municipal ha decidido entregar directamente el apoyo, sin intermediarios. La idea, es que llegue a donde más se necesita.
Se habla de que se viene el mejoramiento de la imagen en la Avenida Alemán; arteria que se ubica en el primer cuadro de la ciudad. El cambio de director en la CAPACH, envía un mensaje claro, de que se buscan soluciones en el área. Los operativos de seguridad muestran que se está trabajando en ese punto especial y que más preocupa. Se ha entregado en tiempo el fertilizante. Los programas sociales que se gestionan ante la federación, hoy llegan a más gente.
Es cierto, que existen muchos pendientes en la agenda. Como también lo es, que éste gobierno ha tenido muchas presiones, producto de la ansiedad de ver resultados, cuando gran parte de los problemas son producto de vicios generados con el tiempo.  
Se viene la última parte del primer año de gobierno. Se impone un análisis serio. Si, hace falta tener paciencia, para que los resultados se vean a una mayor escala. El punto es, que también el alcalde Marco Antonio Leyva, debiera seguir valorando el aporte de sus funcionarios. Así como lo hizo en la CAPACH. Esa es la cuestión.

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