PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

EL MIEDO NO ANDA EN BURRO

“No por mucho Madrugar, Amanece más Temprano…

Algo muy grueso debe estarse cocinando en los altos hornos de la política nacional que nos tiene en ascuas, pues son muchas las señales de que en el sector militar las inquietudes por contar con mayores garantías para cumplir con sus funciones en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, requieren ya que el Congreso de la Unión debata y dictamine la iniciativa de Ley de Seguridad Nacional estratégicamente formada en la lista de iniciativas presidenciales a buen resguardo.
Y no es para menos, la población que no sabemos a ciencia cierta de la necesidad o importancia que tenga realmente el combate o de plano una guerra contra la delincuencia organizada y el narcotráfico como un verdadero peligro para la seguridad del país, de las instituciones pues, pensando, como lo plasma nuestra Constitución política que este lastre es tarea del poder judicial, las procuradurías de justicia y las policías ministeriales; vista la enérgica, impía diríamos, fuerza con que militares, marinos y federales incluso persiguen ese cáncer, nos ponga atemorizados, en la encrucijada de que en su empeño de aplastar el crimen, nos vayan a llevar de paso a muchos inocentes.
Y más porque testimonios de los medios de comunicación, nos hacen llegar informaciones atemorizantes de las acciones militares, donde suelen morir inocentes., incluyendo la revelación de que funcionarios públicos y de elección popular, así como de corporaciones policíacas son cómplices de la delincuencia –cuestión sujeta a disección-, y al ser suplidos en los mandos por militares, provocan la preocupación de que a nombre de la seguridad, la ciudadanía no vaya a quedar tan tranquila en su hogar y sus bienes, como cuando nos regimos con base en nuestra Constitución y las garantías judiciales que, chueco o derecho nos protegen.
Cuestión de mucho tiento, pues mientras organismos internacionales como “Human Righst Wacht y Amnistía Internacional, u organizaciones nacionales de Derechos Humanos, documentan denuncias y acusaciones contra las actuaciones del Ejército y demandan la desaparición del fuero militar que garantiza a los militares que incurren en delitos o violaciones a los derechos humanos ser procesados en tribunales castrenses; hay sectores en torno al Ejecutivo y diputados federales, como Omar Fayad Meneses, opinantes de que hace falta una Ley de Seguridad Nacional porque la delincuencia organizada y el narcotráfico, hace mucho, desde 1990 que se convirtió en una verdadero problema para la seguridad nacional.
Falta nada más que la iniciativa incubada no contenga la determinación de convertir al estado en un régimen de excepción y privilegios que extienda la impunidad oficial y deje a la ciudadanía a expensas del arbitrio de quien tenga el poder. Esa debe ser la tarea del Congreso!
Escribanos a; zarrojo2000@yahoo.com.mx

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