LAS DENTELLADAS

Por El Tiburón

Cunde rara enfermedad en Guerrero

Rara enfermedad se extiende implacable por los pueblos, villas, villorrios, ranchos y ciudades de Guerrero. Dicho padecimiento puede ser identificado claramente por que el individuo infectado por tan terrible virus, a pesar de que no ha movido un dedo por su pueblo, de pronto comienza a sentir unos deseos irrefrenables de “luchar” por su municipio, de entregar su vida por la gente de su pueblo, por el desarrollo económico de la región y de manera especial gusta de  manifestar, una y otra vez, su compromiso “con los que menos tienen”.
Del análisis de la conducta de los individuos que son víctimas del brutal ataque del virus de la “luchitis” y de la “organizacionitis aguda”, los médicos han podido establecer que, por lo general, esta rara enfermedad ataca a individuos desempleados o en profunda crisis económica, así como a honorables ciudadanos que tienen chamba pero muy seguido sueñan con multiplicar drásticamente sus ingresos.
En un principio se creyó que este mal sólo se hacía presente unos meses antes de las elecciones y desaparecía como por arte de magia una vez que las autoridades electorales entregaban la constancia de mayoría, pero no siempre ocurre así. Al parecer, el hecho de que un grupo pierda las elecciones, deja latente la enfermedad así que al siguiente proceso, de inmediato el virus se activa y cunde en todos los organismos proclives a tan raro mal. En la última época, el primer brote consistente de este peculiar padecimiento se detectó entre un grupo de políticos afines al conocido líder Raúl García Urióstegui.
Lo curioso de esta primera cepa del virus es que no desapareció una vez que concluyó el proceso electoral. Primero se aceleraba en tiempos de elecciones y se aplacaba en los períodos poselectorales. Sin embargo, con el paso del tiempo y sin que nadie sepa cómo, este grupo de víctimas continuó manifestando lo síntomas del mal, aún después de las votaciones que perdieron aunque les tocó una parte importante del pastel. Hay quienes dicen que la actividad del microbio ha podido mantenerse gracias a que la mayoría de los miembros distinguidos del grupo fueron colocados donde hay billetes a lo bestia; sin embargo otros aseguran que esos miembros destacados del movimiento son gente desprendida, de tal modo que han vendido hasta sus tierras y sus casas y han entregado sus salarios completos para poder sostener la causa y poder ayudar a los que ya nada tienen que perder más que sus cadenas.
A mí me convencen los segundos, pues varios de ellos andan descalzos –como Carmelitas- con tal de dar lo mucho que poseen a la causa de los menesterosos.    Más recientemente, el mal fue detectado entre los seguidores de Amador Campos Aburto y Martín Medina Reyes, notario público número 4. Según la historia clínica, la mayoría de estos afectados padecieron ya la enfermedad por lo menos en los últimos cuatro trienios, pero hoy el ataque ha sido más virulento; se cree que el hecho de que varios de ellos tengan por lo menos dos trienios fuera del presupuesto ha permitido que su deseo de entregarse a la causa de los pobres los ponga al borde de la locura.
Apenas el día de ayer fue localizado otro brote, ahora entre los seguidores de Eric Fernández Ballesteros, presidente del partido tricolor. Curiosamente, la mayoría de ellos ya experimentó antes estos síntomas, pero ahora se ve que podrían quedarse en calzones pues se ven dispuestos a invertir en su loca enfermedad hasta el último centavo de su propiedad. Apenas ayer se abrieron de capa y no precisamente en la Plaza de la Libertad de Expresión sino en un salón del Hotel Dorado Pacífico, nomás para que vean que no hay miseria. Los enemigos del progreso luego luego comenzaron a murmurar que la cuenta la pagó el Ayuntamiento de Zihuatanejo, sin embargo, es claro que en ese grupo hay dirigentes capaces de dejar hasta la camisa por los irredentos.
No se alarme usted, pero aseguran que no tardan en aparecer por lo menos otras cinco asociaciones civiles, grupos de ayuda u organizaciones de samaritanos sin fines de lucro, dispuestos a luchar y dejar sus mejores esfuerzos en favor de los desheredados.
Algo muy curioso de este mal es que, a pesar de la gravedad que implica, ninguno de los infectados se ha comprometido a erradicar la violencia y el delito de las  tierras de Zihuatlán, lo que implica que los afectados está seriamente enfermos pero no tienen ni un pelo de tarugos. ¡Pidamos ayuda a la OMS, camaradas!