MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Congreso obeso y apático; ¿Posible diabético? 
En el marco del día internacional contra la diabetes, la diputada Verónica Muñoz Parra, también presidenta de la mesa directiva de la LX Legislatura, hizo un llamado a los tres niveles de gobierno para que instrumenten políticas públicas efectivas y oportunas para abatir éste grave problema de salud pública, ya que de acuerdo a la Secretaría de Salud, en nuestro país existen más de 10 millones de personas diagnosticadas con este padecimiento.
Así es. La diabetes ha cobrado cierta importancia en el mundo. Y digo cierta importancia, porque más allá de las acciones emprendidas para prevenir la enfermedad, al menos en México, son los impuestos de la ciudadanía, los que tienen que pagar las cifras millonarias de la atención pública que se brinda a los diabéticos, mientras las empresas de bebidas gaseosas y productos chatarra, ni se despeinan, a pesar de la mala influencia que tienen sus productos para la salud.
Para darnos una idea, se habla de que cada paciente diabético le estaría costando al pueblo mexicano, según un estudio latinoamericano de costos por la diabetes, cerca de los 800 dólares al año, lo que significaría, que si hablamos de 10 millones de personas diagnosticadas, la erogación ascendería por encima de los 8 mil millones de dólares. Se dice que entre el 15 y 20% del presupuesto total de salud, se destina a éste tipo de atención.
Ante ésta situación, es evidente, que no es por la vía de los llamados en tribuna, como se habrá de resolver la problemática. Verónica Muñoz Parra, al igual que muchos diputados, solamente aprovechó el día de la diabetes para salir en la foto y hacer la finta de que se está trabajando a favor de la gente. Su llamado es estéril, como muchos de los exhortos que surgen desde el Congreso. No, porque se menosprecie a los diputados, sino porque en más de las veces, esas posturas, solamente son para regocijar el ego y anotarse en su lista de participaciones una más. Pareciera que se buscan las fechas específicas para estar en los reflectores. El asunto de la diabetes, va más allá de un simple llamado.
Los gobiernos están trabajando en la ruta de la activación física y las recomendaciones de comer sano, a efecto de disminuir la obesidad, a la que se atribuye demasiada influencia en los casos de diabetes. Un cuerpo fuera de equilibrio, como se puede leer en el libro: “Salud perfecta” del Dr. Chopra, es presa fácil de muchas enfermedades. Elevar la calidad mental de la gente es un buen paso. Complicado sí, porque no todos están dispuestos a pagar el precio.
Y hablando de obesidad y apatía, como factores de riesgo para contraer diabetes, el diagnostico político de Guerrero, nos indica que tenemos un Congreso Obeso. Con muchos diputados plurinominales, que al igual que la diabetes, le generan demasiados gastos al pueblo. Los datos hablan también de diputados que registran ausencias en las sesiones del pleno y las diferentes comisiones. Que hacen realmente poco. Lo más complicado que suelen hacer, digno de una hazaña, es ponerse de pie para votar los asuntos. Está de más, argumentar que es necesario adelgazar el número de legisladores locales.
Existe un Congreso obeso y en parte apático. Es ahí, ¿Por dónde se debe comenzar a combatir la diabetes? Esa es la cuestión.

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