MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** El negocio de la Guerra

Es algo duro, más es la realidad. La guerra es un negocio redondo. La venta y el tráfico de armas es lo que menos importa en éste caso. Bien dice el adagio, que a río revuelto, ganancia de pescadores. Lo que ha hecho Estados Unidos a nivel mundial es realmente cuestionable. Y lo es, porque después de los supuestos atentados del 11 de septiembre de 2001, se abriría de capa, para ir en busca de todo el petróleo de Asia Central. La amistad de nuestro ex presidente, Felipe Calderón, con el mandatario norteamericano, Barack Obama, al parecer no solamente trajo el virus de la influenza AH1N1, sino toda una guerra contra el narco y la delincuencia organizada, que dejo, según datos extraoficiales, cerca de los 130 mil muertos. Cifra realmente escalofriante, y nos conlleva a preguntar, ¿Cuál es aquí el negocio de la Guerra?  

Así es. Para pocos es un secreto, que los supuestos atentados del 11 de septiembre de 2001, contra las torres gemelas de Nueva York, solamente fueron el pretexto ideal para que Estados Unidos, por medio del “Hitler moderno”, léase G. W. Bush, arremetiera con todo en contra de Afganistán e Iraq, pretendiendo hacer lo mismo en Irán, luego de que en esa zona estaría concentrada casi la tercera parte del petróleo y gas natural del mundo. Miles de personas han muerto a causa de ésta ambición por controlar el planeta, y para mayor repugnancia, bajo el respaldo de la misma ONU. Con la supuesta bandera de la paz, se han cometido grandes atrocidades en Asia Central. Crímenes contra la humanidad, en toda la extensión de la palabra.    
Hoy se habla, de que de los 365 días del año, 360 son con guerras. Es evidente, que es el deporte que supera al futbol en popularidad. Debe haber algo muy valioso en esto, para que se practique tanto en el mundo. Y no debe tratarse solamente de armas. Mucho menos, cuando quien lidera los conflictos más grandes, es el vecino incomodo, y con cuyo presidente, se llevaba muy bien el ex mandatario nacional, Felipe Calderón, a quien le trajo como recuerdo el virus de la influencia AH1N1, en aquél año de 2009. Cuando al PAN le urgía disuadir los eventos magnos de campaña, por la desventaja en que iba. Y con ello Felipe Calderón aparecería en medios todos los días, como el líder de la contingencia. Sin olvidar, que en aquella ocasión, llegarían las famosas vacunas, que da la casualidad que se hicieron de manera rápida. La duda, es ¿Qué inyectaron en aquél entonces a las personas? Que no es el tema hoy. 
El caso es, que también Felipe Calderón, optó por hacer su guerra. Una de las más terribles que registra la historia del país. Y la pregunta siempre ha estado ahí. ¿Cuál fue el negocio que subyace sobre la supuesta búsqueda de la paz y la justicia? No lo sé, pero el negocio de la droga, según los especialistas, es el que más dinero mueve en el mundo, después del petróleo.
La gente vive inmersa en la preocupación y el stress, por lo que se ha vuelto manipulable. A tal grado de aceptar la militarización de las calles y con esto, el acotamiento de las libertades.
Hoy, el gobierno de Enrique Peña Nieto busca nuevas organizaciones policiales para contrarrestar el problema de la guerra. El punto es, que esto no ha funcionado. Y si, en cambio, el caos y el desorden siguen floreciendo. Debilitando con ello al país ¿A quién conviene todo esto? ¿Y para qué? Esa es la cuestión.

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