ORTEGA GOBIERNO COLAPSADO

Federico Nogueda Berdeja

De seguir el gobernador Ortega sin actuar ante los impactos del caso Iguala, corre el riesgo de que le den las gracias la ciudadanía y quienes lo propusieron, aunque falte poco.
La crisis de comunicación que vive el gobierno, no es otra cosa que la falta de lealtad, seriedad, humildad y de una verdadera ayuda a Ortega.
La virtud de ser ANTICIPADO es una herramienta muy inteligente, como estadista para los conflictos sociales. 


Se empieza a hundir el barco del gobernador Ortega, las crisis desde su llegada no las ha podido superar, la de seguridad con los CETEGISTAS que ya despidieron a la Pepsi Cola, llegando así a la mayor curvatura del límite, la crisis de la falta de experiencia de guardar las formas políticas al declarar, la crisis de atención al seguimiento de la demanda y finalmente la crisis de COMUNICACIÓN, ya lleva dos relevos en esa área, al parecer no dan el ancho ante una falta de organización como lealtad. 
Con la suspensión de la refresquera prácticamente el gobernador se encuentra colapsado, atrapado en esa falta de capacidad voluntad e inteligencia para actuar, más bien se le ve lento, entumido, distante, correlón, atrapado en esa dilema ¿actuó o no actuó?, si operó me van a decir represor y si no procedo me van a decir inútil, no,  mejor prefiero que me digan infructuoso, aunque quede mal con la ciudadanía y con la federación que ya están hasta el tope del gobernador de su falta de responsabilidad para atender la crisis de Iguala. 
Muy poco, casi nada ha levantado en sus declaraciones, como aquellas de la corrupción del clan Aguirre y de aplicar la ley a los vándalos que se hacen pasar por CETEGISTAS, porque antes ni en las palabras se atrevía a decir algo tan normal pero fuerte para él; como que quiere dejar de pensar que ya no es ciudadano, pero eso ya le ha llevado cuatro meses, creo que va muy lento y a ese ritmo nunca va a ver resultados, más que buenas intenciones, pero mientras se decide, el estado se le está deshaciendo en las manos. 
Los desprestigios, como pitorreos en las redes sociales de sus momentos embarazosos captados en las gráficas un poco cachondo con algunas damas ha traído hasta inconvenientes con la doctora e investigadora Rosa Isela, esposa del gobernador Ortega, es decir a ese ritmo poco buenos resultados se pueden esperar, no le cuidan su imagen, aunque él muy poco abone a ello, pero para eso están determinadas áreas, tampoco la ayuda va a consistir  en evitar le tomen fotos, sino en una buena estrategia que inhibe algunas acciones. 
En consecuencia, de lo que se trata es que el gobernador cambie las sutilezas de ciudadano al declarar, para que vaya sobre un objetivo de actuación como un gobernador, si bien es cierto que no quiere sangre, pero tampoco se puede seguir permitiendo que empresarios pequeños, medianos, como grandes estén perdiendo su capital, esto aumenta el desempleo, ahuyenta la inversión, como más robos, asaltos por la falta de oportunidades de trabajo.
El gobernante debe de tener el sentido de ANTICIPACIÓN ante el no deseo de según algunos aplicar la mano dura que no es otra cosa que ejercer el derecho al orden, porque si no aplicas la ley, ni mucho menos se tiene la virtud de ser ANTICIPADO, pues no sé a qué se esté jugando, si es solo hacer tiempo mientras llega el otro gobierno constitucional, lamentablemente se seguirá en un ambiente desequilibrado, trastornado colapsado. 
Además la política de comunicación debe de ser seria, leal,  humilde, responsable, respetuosa con los diferentes medios de comunicación, porque si gobernante está fallando y la comunicación también, pues nada más les queda esperar el derrumbe final del proyecto del gobernador Salvador Rogelio Ortega, algo que nadie se lo desea, pero él mismo se lo está ganando ante desatinos de varias áreas de su gobierno.

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