Uno de los factores que más ha perjudicado a los verdaderos pescadores ribereños, es estar aceptando que dentro de sus cooperativas haya, maestros, mecánicos, albañiles, hojalateros y plomeros gente totalmente ajena al sector.
Expresó lo anterior Fernando Fernández Serna, agregando que hay cooperativas en las que se han infiltrado más del 50 por ciento de gentes ajenas que no viven del sector pesquero.
Resulta que las cooperativas cuando van a renovar sus permisos si tienen 18 o 20 embarcaciones solo quedan protegidas en esa concesión solo 7 u ocho embarcaciones y las restantes pescan pero están o quedan al margen de la ley, o sea que la Conapesca limita el número de embarcaciones al estar en su fase de autorización.
Añadió que hay cooperativas que tienen dos lanchas en su permiso y tienen trabajando 10 o 12 aunque todas portan el chip.
Destaco que es un criterio erróneo que está aplicando la Conapesca porque en la práctica y que el problema es que no reportan las estadísticas reales de producción o sea la realidad de la captura.
Recalcó que es injusto el trato que se le da al pescador ribereño aquí en el litoral y que no hay otro camino que buscar la pesca de altura.
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