Pensión Guerrero & Adultos mayores

Ernesto Rivera Rodríguez
Pese a su notable insensibilidad tanto la secretaria de Desarrollo Social, Alicia Zamora Villalba, como de la directora general del Igatipam, Mara Vicenso, tienen  razón al señalar que el asunto del cruce de padrones  entre la Sedesol federal y la estatal es por criterios normativos, y no es una ocurrencia de carácter personal.

Pero en sus propias declaraciones a los medios, se encuentra la contradicción cuando no se pagó la Pensión Guerrero, de los tres últimos bimestres del 2015, al padrón completo de los afiliados, sino que fue “rasurado” dejando fuera a los adultos mayores que en diciembre del 2015 aparecían por primera vez en el padrón del Programa Federal “65 y más”.
Alicia Zamora declaró: “… desde mi llegada a la Sedesol atendí con prontitud el rezago que se tenía de dos bimestres en el ejercicio 2015, “por eso NO se efectuó el cruce de padrones, porque únicamente se enfocaron en pagar a los dos mil 600 beneficiarios”.
Situación que no fue así: el rasuramiento del padrón se hizo con “precisión quirúrgica”.  Los funcionarios del Igatipam, al hacerlo, no se dieron a la tarea de corroborar si los adultos mayores que aparecían por primera en el padrón federal -ya que existe un padrón del Igatipam con corte a Agosto del 2015-, para esa fecha, 21 y 22 de diciembre –esto en Acapulco- y días anteriores en Chilpancingo, y el resto del estado- ya habían cobrado en el programa federal “65 y más”, y a la fecha no han cobrado en ninguna de las dos partes, -en el caso de la Pensión Guerrero, los bimestres de Julio- Agosto, Septiembre-Octubre y Noviembre-Diciembre.
Olvidándose de los principios de la Ley 375, aprobada por el Congreso del Estado, Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del Estado de Guerrero, y que entró en vigor el 16 de noviembre de 2004, legislación que dispuso la Creación de un Organismo Público Descentralizado (OPD): el Instituto Guerrerense para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores, Igatipam.   
Ley 375 que conjuntamente además de la normatividad –tan escrupulosamente aplicada-, debería a contribuir activamente con los objetivos planteados de reducción de la pobreza, generar igualdad de oportunidades, para los grupos más pobres y vulnerables, apoyar el desarrollo de las capacidades de las personas en condiciones de pobreza y fortalecer el tejido social, fomentando la participación y el desarrollo comunitario, como el mejoramiento de la cobertura de pensiones  no contributivas.
¿Qué se ha cumplido del  cuerpo y espíritu de esta Ley 375? Nada.  
Todo lo contrario, la anterior LX Legislatura, por instrucciones del ex gobernador Angel Aguirre Rivero y el titular de la Secretaría de Finanzas, Jorge Salgado Leyva, giraron instrucciones al coordinador del H. Congreso Local para que ese cuerpo legislativo  votara a favor de disminuir de un tajo, el presupuesto del Igatipam de 240 millones a Cien Millones. Un recorte de 140 millones de pesos.  ¡Y lo hicieron!!! Sí, así como se está leyendo. Esto con el conocimiento de la entonces secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Angel Aguirre, Beatriz Mojica Morga. 
 Hoy, la problemática de la aplicación de la normatividad de la “Pensión Guerrero” a los adultos mayores, que ya alcanzó la toma de calles y avenidas, en Chilpancingo y Acapulco, no está en manos de funcionario alguno del gobierno del estado, llámese Florencio Salazar o César Flores Maldonado, o cualquier otro enviado especial, el asunto por su delicadeza  y sus alcances sociales, sólo puede ser resuelto por el Congreso del Estado, por la actual LXI Legislatura,  y devolverle los principios y objetivos que le dieron vida a la Ley 375, que en pocas palabras es: “Dignificar un poco la vida del Adulto Mayor”. No burlarse de sus precarias condiciones.

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