MEMORÁNDUM

*** Doña Merce; apostando por el desarrollo humano

Gerardo Ruano Cástulo.
Iba corriendo a buen ritmo, en su recorrido matutino. De pronto se detuvo. Su respiración dejo de ser normal. Para sorpresa de quienes también trotaban por el lugar, se derrumbó. Cayó fulminado por un infarto.

Era realmente increíble lo que estaba sucediendo. Todos le conocían como una persona dedicada al ejercicio. Por las mañanas le veían correr y por las tardes en el Gimnasio. Todos, quienes le conocían, le consideraban una persona saludable.
Ya en corto, con la familia, se escuchó decir: “Vivía bajo grandes preocupaciones y presiones. Le quitaba el sueño su trabajo. Le ocupaba demasiado su imagen exterior. Le preocupaba su situación económica. Era una persona, que vivía bajo una alta carga de stress.”
Al escuchar esto, el entrenador emocional, amigo de uno de los familiares, expresó: “Es cierto, de nada sirve alimentarse bien y hacer ejercicio, si vivimos con grandes problemas de control emocional. Las emociones tóxicas generan sustancias negativas, cuyas gotas van lacerando por dentro, poco a poco al ser humano.” 
“Bien pudo haber fallecido a causa de la angustia, ansiedad e insatisfacción crónica; que generan veneno para nuestros cuerpos. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Bien lo dice el profeta Oseas, “Mi pueblo perece por falta de conocimiento”. Es palpable, por las cifras escalofriantes de las principales causas de muerte en el país, que existe un bajo nivel de educación emocional. De nada sirve, al ser humano, someterse a tratamientos y cosas para mejorar la salud, si se vive bajo la tortura de la emociones toxicas.
Ya lo dijo en su momento el humilde carpintero: “No es pecado lo que entra por la boca, sino lo que sale desde adentro del ser humano”. En pocas palabras, las personas se cuidan demasiado de las bacterias, virus y todo tipo de parásitos, y muy poca atención ponen a los procesos que se activan por su deficiente control emocional.
Cuando hay salud emocional, los signos son palpables. Las personas son alegres y disfrutan lo que hacen. En lo personal, admiro la actitud de la presidenta del DIF Guerrero, Sra. Mercedes Calvo de Astudillo, quien sirve con una gran pasión, cuyo entusiasmo contagia.
Esa parte, grande de la vida, que es poner amor a lo que hacemos, no debemos olvidarla. Eso marca gran diferencia en la vida. Lo veo en la Sra. Mercedes Calvo, quien recorre el estado con una sonrisa enorme, inspirando una gran confianza en la gente.
Mejor aún, cuando existe salud emocional, se sirve a todos y de manera desinteresada; especialmente a quienes menos recursos económicos y materiales tienen. Se ve por quienes desean encontrar una luz de esperanza. En lo particular, fue una gran acción, que la presidenta del DIF visitara a las reclusas, un sector que merece una segunda oportunidad.   
Hace unos días, veía la emoción con qué puso en marcha el programa de apoyo con bicicletas, para alumnos en riesgo de deserción escolar, buscando en todo momento, que los jóvenes sientan el respaldo de un gobierno que le apuesta al desarrollo humano.
Algo en especial, que le interesa y mucho a la Sra. Mercedes Calvo, por lo visto en los primeros meses de su trabajo, es la búsqueda de un cambio del Chip, en donde se vaya creando más conciencia de la importancia de generar los cambios, a partir de la formación de mejores personas. 
Y no hay otra fórmula. Bien lo dice el profeta Oseas: “Mi pueblo se muere por falta de conocimiento”.
Y EN OTRO ÁMBITO, buena labor realiza el Secretario de Desarrollo Social de Chilpancingo, Guillermo Reyes Villela, quien vela, porque las gestiones encabezadas por el alcalde, lleguen a buen destino. Que se beneficien más personas con los programas federales, y que las acciones municipales, tengan un mayor impacto en las familias capitalinas. No es para menos, Memo Villela, como se le conoce, es un político que trabaja a ras de piso. Esa es la cuestión.

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