MEMORÁNDUM

***Se ha portado bien
Gerardo Ruano Cástulo
Tener o gozar de buena imagen, no es simple tarea mediática. El cimiento es la buena reputación. Una carrera o trayectoria transparente. Eso es, lo que debe permear hacia el exterior. La crisis de los partidos políticos, trajo consigo un elector más crítico. Privilegió, por encima de quienes los postularan, a la persona. Pesó más, paulatinamente, la calidad de los candidatos.
Hoy, con el empuje de las redes sociales, como hemos anotado, todo está a la vista. No hay aspirante o candidato que se salve del escrutinio. Del escaneo minucioso. Inclusive, de la agresividad de la llamada guerra sucia; como parte la “libertad de manifestación”.
Ya estamos acostumbrados, a que desde que comienzan a fluir los nombres, de posibles aspirantes a cargos públicos, surjan distintos puntos de vista; tanto a favor como en contra. Una forma de ir palpando la temperatura del agua. Se aprende a diferenciar, cuando la imagen está el suelo o si está en buenos niveles de aceptación.
Traigo lo anterior, porque uno de los casos, de buen manejo de imagen, es el del candidato del PRI, por el primer distrito local, César Armenta Adame; quien en breve, respetando los tiempos, entrará con todo a campaña.
El manejo de su imagen, no tiene nada que ver con campaña agresiva en medios. Mucho menos, con inserciones o boletines. Sino, con la única fórmula que te puede garantizar, los mejores niveles de aceptación: Hacer bien su trabajo. Cumplir de manera adecuada, eficiente y con calidad sus deberes.
Su paso por la Secretaría Particular del Gobierno del Estado, sirvió para afianzar lo que ya se sabía de él; que su mayor fortaleza radica en su calidad como persona. Para nada es casual, que su nombre haya sonado fuerte, inclusive para la alcaldía capitalina.
Tampoco es casual, que de pronto, le surgieran detractores, que intentaron mermar su imagen, con resultados fallidos. Tal y como ocurre, cuando hay trabajo y la gente sabe que hay un buen comportamiento del servidor público.
¿De qué podían acusar a César Armenta? ¿De ser un servidor público que sabía escuchar y atender a la gente? ¿De ir al encuentro de quienes se inconformaban, para darle buen cauce a las cosas? ¿De ser el mismo de siempre, sencillo y accesible? ¿De ser el político con sueños a favor de la gente, y en especial de Chilpancingo?
Dicen que a muchos los pierden los cargos públicos. A César Armenta, los cargos públicos lo acercan más a la gente. Por eso goza de buena imagen. Por eso, en la antesala del inicio de las campañas locales, luce como un candidato fuerte. Con magnifico posicionamiento. Y con amplias posibilidades de ganar el primer distrito.
Los medios; en especial las redes sociales, dan señales de un político que se ha portado bien. Que sabe trabajar a favor de la gente. Que da certeza y confianza, porque su prioridad es servir. Y servir con humildad.
Por eso es fuerte la candidatura de César Armenta, por el primer distrito.

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