Por Ing. Hugo H. Salgado Pineda
Cuanto más suba el precio del oro negro más cerca estaremos de la sociedad del hidrógeno. A pesar de las presiones de los grandes grupos petroleros, la tecnología para obtener hidrógeno del agua de forma barata avanza con paso firme.
Motores de “agua”, una idea tomada como un chiste durante décadas, cada vez más cercanos. Claro que, en realidad, habría que decir motores de hidrógeno, aunque todavía a algunos les entre algo de miedo.
La tecnología para extraer hidrógeno del agua, como combustible totalmente limpio, existe desde hace más de un siglo. La electrólisis es algo muy viejo, pero también muy caro, no puede competir con el precio de la gasolina. Ahora bien, en los últimos años han aparecido muchas patentes y nuevas técnicas capaces de abaratar los costos y aumentar la eficacia del proceso mucho más de lo que a las petroleras les gustaría.
En realidad, estamos a un paso, sobre todo en cuanto a la aplicación del sonido en la extracción del hidrógeno. ¿Sonido? Sí, el poder de las ondas sonoras, más concretamente de los ultrasonidos, es capaz de romper la molécula de agua para obtener el preciado gas inflamable. Todo es cuestión de perfeccionar la técnica. Existe toda una rama de la química, denominada sonoquímica, que se está dedicando de lleno al desarrollo de esta técnica.
Ya existen muchas patentes acerca de la extracción de hidrógeno a partir del agua. Algunas utilizan catalizadores muy novedosos, otras métodos de electrólisis tradicional pero muy refinada y, los más eficaces, los sonoquímicos.
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