OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

ACERCA DE LA GUERRA SUCIA
En política, la guerra sucia es un arma sumamente utilizada por aquellos personajes o grupos que no las tienen todas consigo y buscan de esa manera, diezmar a sus contrarios que los superan en cantidad y calidad; para lo que intentan manipular a la opinión pública lanzando panfletos, documentos falsos, fotografías trucadas, y ahora utilizando la red de internet.
El truco no es nuevo y de hecho desde los tiempos de Jesucristo se ha utilizado. Sin embargo, con el avance de las comunicaciones y al subir el nivel educativo de nuestra sociedad, ya no es mucha la gente que se traga esos garlitos. Es por eso que en los hechos, la guerra sucia se le revierte hoy en día, a quien la practica.
Siempre escondidos en el cobarde anonimato, personas desconocidas están haciendo circular en las redes de Internet, caricaturas y montajes denigrando al diputado local Jorge Salgado Parra y al Contador Jorge Salgado Leyva. Padre e hijo, son mostrados como personas ambiciosas que se quieren apoderar por completo del escenario político local.
La razón de esta guerra sucia es muy simple: el Diputado Salgado Parra se encuentra muy arriba en las encuestas por sobre quienes aspiran a ser el próximo presidente municipal de Chilpancingo. En términos generales, la gente opina que se trata de un político joven pero bien preparado, que no es sangrón ni pedante como otros de rimbombantes apellidos como el Leyva y otros por el estilo.
Sus contrincantes, porque el proceso electoral ya comenzó aunque en forma soterrada, buscan con esto bajarle sus bonos que repetimos, se encuentran arriba de los demás. Sin embargo, la gente de Guerrero no es tonta ni se deja engañar por los ataques anónimos que no firman lo que escriben o lo que dibujan. Con la guerra sucia lo único que lograrán es que Jorge Salgado Parra tenga más votos, si es que las circunstancias lo llevan a ser candidato para alguna posición electoral, en el próximo año.
Lo mismo está sucediendo con el diputado federal Mario Moreno Arcos. Los anónimos denigrantes contra su persona dan risa; porque todo el mundo conoce a este político guerrerense y sabe que es un hombre honesto: un gran gestor de recursos y como presidente municipal de Chilpancingo hizo un excelente papel.
Aunque en este caso no usaron el anonimato, no puede mover más que a risa y conmiseración que cuatro diputados federales priístas: Alicia Zamora Villalba, (en)Fermín Alvarado Arroyo, Moisés Villanueva y Miguel Santamaría, soliciten la expulsión de Mario Moreno Arcos. Estas cuatro mediocridades políticas, que no han gestionada nada para sus distritos y solo viven para disfrutar el jugoso sueldo y canonjías que reciben, deberían tener dignidad y no escupir al cielo; porque por ineptos, ambiciosos y grises, merecen más la expulsión del PRI, que Moreno Arcos.
Los únicos diputados federales del partido tricolor que valen la pena y se mueven en el Congreso de la Unión gestionando recursos para sus paisanos de los distritos que representan son: Mario Moreno Arcos, Esteban Albarrán Mendoza y Cuauhtémoc Salgado Romero. Los restantes que fueron citados líneas arriba, son cero a la izquierda.
Otro político que está siendo víctima de la guerra sucia por Internet es el Subsecretario de Salud, Pablo Zapién Cortés. Algún sujeto resentido, aprovechando el anonimato y las sombras de la cobardía, está enviando mensajes a periodistas y otros usuarios de la red, para denigrar en forma soez y sin fundamento alguno, a Zapién Cortés.
Utilizando un discurso escrito con más faltas de ortografía y vulgaridades que las permitidas por la congruencia y la dignidad, este individuo pretende erigirse en líder de los trabajadores que laboran en la subsecretaría a cargo de Pablo Zapién. Quienes conocemos a este servidor público, tenemos bien entendido que debe tener enemigos como todo el mundo. Pero solamente pueden ser tomados en cuenta, los señalamientos que son firmados por quien los escribe. El anonimato repetimos, es de cobardes y sucios. Punto.
manueltello2002@yahoo.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario