APUNTES DE UN VIEJO LÉPERO

Por Jeremías Marquines

El ignorante

A diferencia de ustedes, que se formaron leyendo libros, yo me formé viendo las nubes.
Vicente Fox.

1.- El gran Carlos Fuentes recuerda en uno de sus ensayos del libro, La gran novela latinoamericana, que la madre del que fue presidente de Bolivia de 1940 al 43, el déspota Enrique Peñaranda, dijo que: “de haber sabido que mi hijo iba a llegar a presidente, le hubiera enseñado a leer y escribir”. Es posible que lo mismo esté diciendo ahora doña María del Socorro Nieto Sánchez, madre del candidato priísta Enrique Peña Nieto, luego que todo México hace mofa de la ignorancia supina de su hijo que, sin saber cuánto ganan diario la mayoría de los mexicanos, intenta llegar a presidente.
Según se ha visto, Peña Nieto es alumno destacado de esa vieja y oscura escuela de políticos latinoamericanos que no consideraban necesario saber leer y escribir para gobernar. Personajes siniestros que gobernaron republiquetas que oscilaron entre la civilización y la barbarie, impulsados por oligarquías criollas. Incluso, en defensa de este tipo de políticos, Adela Micha, en el programa de Televisa, Tercer Grado, dijo que “leer es irrelevante a la hora de gobernar”. Una frase digna de colocarse en letras doradas en las paredes del Congreso de la Unión.
El pecado de Peña Nieto no es que su mamá no le haya enseñado, como bien lo dijo alguna vez Monsiváis, algo así como “la vocación lectora y los estímulos del libro”. El problema con el candidato priísta, es que sabiéndose ignorante, pretendió timar a la población mexicana cantinfleando con el gastado recurso de que es lector de la Biblia. Frente a las cámaras, una mañana Enrique Peña Sansa despertó y comprobó que no había leído nada, pero quiso aparentar que había leído la Encyclopedia Britannica. Su pecado es la mentira, la simulación, la tranza. Así es el PRI.
2 .- Inocencio Prieto y Calvo es un mozo analfabeto que recibe una carta en la que se le comunica que ha heredado una gran fortuna de un tío suyo que acaba de fallecer. Sin embargo, Inocencio no se enterará del contenido de la carta hasta que aprenda a leer y escribir. Esta es la sinopsis de la famosa película de Cantinflas titula El analfabeto, estrenada el 7 de septiembre de 1967. 
Si la película de Cantinflas la superponemos al caso Peña Nieto, veremos que el paralelismo es asombroso, pues al igual que Inocencio, el priísta también quiere heredar una gran fortuna, el gobierno de México, en el entendido de que sólo como botín ven los políticos del PRI los cargos de elección popular. Pero también como Inocencio, no podrá llegar a ser presidente mientras continúe siendo analfabeta funcional.
Pero más allá de que si Peña Nieto haya leído o no, lo que verdaderamente ofende y es reprobable es que pretenda gobernar a los mexicanos desconociendo el valor del salario mínimo, y eso sí no tiene excusa. El peor de todos los bandidos es el político analfabeto, corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales. Ah, Bertolt Brecht sigue inspirando párrafos como estos.
3.- Carlos Monsiváis, el Gran Carlos, escribió: “ejemplifico de mala manera las maniobras de la superioridad instantánea de quienes dicen leer sobre quienes manifiestamente no lo hacen. En 2001 el presidente de México, Vicente Fox, fue al Segundo Congreso de la Lengua en Valladolid, España. Al leer su discurso habló del gran escritor José Luis Borgues. El mundo ilustrado le cayó encima y aún persiste la burla, originada en un 99% entre personas que jamás han leído a Borges, ni tal desmesura se propone.  Algo parecido a ser moderno a costa de la edad media. Y don Vicente Fox coronó el episodio meses después. Al preguntársele por las críticas recibidas, comentó: «Bueno, me atacaron muchísimo porque no supe decir el nombre de un escritor. Pero cualquiera puede cometer un lapsus bilingüe”
4.- De nuevo sale al quite el Monsi, ahora para decirnos: ¿Qué han leído los gobernantes? En principio, casi nada, porque no disponen de tiempo. Si acaso, leyeron o ya leerán, lo que comprueba la calidad de sus improvisaciones. Antes, se recordaba lo leído durante la etapa estudiantil, y eso con el fin de asombrarse a sí mismos. ¿A qué hora se lee y para qué? Doy un ejemplo, para mí, relevante. A un político del Partido Acción Nacional (de la derecha mexicana), Carlos Medina Placencia, un periodista le pregunta: «¿Qué lee ahora, senador?». Responde: «Nada, porque me cambié de casa y tuve que meter mis libros en cajas». Nuevo interrogante: «¿Y hace cuánto se cambió de casa?». Contestación elocuente: «Hace como ocho años». Además, es notoria en todos los dirigentes de la vida pública, eclesiásticos y empresarios entre ellos, la ausencia del vocabulario proveniente de la lectura; Ludwig Wittgenstein lo definió en forma memorable: «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo». Digo la frase y visualizo a la clase dirigente latinoamericana, y no sólo a ella, encerrada, previo ángel exterminador, en el aula de aquel distante y cercano sexto año de educación privada”.
“A los políticos, los mercadólogos (los nuevos poderes tras el trono) y los asesores de imagen (el nuevo trono) les aconsejan: «No se alejen de su electorado,/ eviten las palabras domingueras,/ no envíen a sus oyentes al lugar más alejado del mundo, el diccionario». Y el consejo culminante: «Hablen como la gente de la calle», como si pudiesen hablar de otra manera. Sin embargo, el problema central de la capacidad tan menguante de la comprensión se halla también, y muy primordialmente, en varios temas”…
5.- En la antípoda de lo iletrado es López Obrador. Al tabasqueño no se le puede acusar de ignorante pero sí de dogmático poético. Su pellicerianismo insufrible no le deja lugar para valorar a sus otros paisanos, también grandes e imprescindibles poetas: José Carlos Becerra y José Gorostiza, al declarar, sin otro argumento más que su propio pejelagartero gusto que “Pellicer es el mejor poeta de México”, pone en duda su grandeza… Ajá, y dónde quedan López Velarde, Octavio Paz, José Emilio Pacheco y etc., etc.,… Pero ignorante, de plano no es, sólo tiene un cuestionable gusto poético.
LA CONTRA.
Dos jóvenes normalistas de la normal rural de Ayotzinapa perdieron la vida luego de que agentes policiacos desalojaron violentamente un bloqueo que mantenían a la altura del hotel Parador del Marques, donde confluyen la carretera federal México-Acapulco y la Autopista del Sol.
Desde hace varias semanas los normalistas habían solicitado audiencia para revisar el pliego de peticiones que le entregaron al Ejecutivo. Nadie los recibió. Ni el secretario de Gobierno ni la secretaria de Educación. En contraparte, los estudiantes bloquearon los accesos al Congreso del estado pero tampoco lograron respuesta. Este día, producto de la desatención y la falta de acuerdos, ocurrieron estos hechos lamentables.
La acción bélica de las policías contra los normalistas es absolutamente condenable, pues no fue sólo un simple desalojo sino que en la carretera quedaron tendidos dos cuerpos baleados. No le cabe al gobierno del estado autoexculparse por estos hechos de sangre. La renuncia de la secretaria de Educación y del secretario de Seguridad Pública debe ser inmediata, así como la del secretario de Gobierno por su falta de atención preventiva a este problema y su falta de cumplimiento a los acuerdos a los que se había comprometido el gobernador cuando visitó la Normal de Ayotzinapa.
Ninguna violencia armada contra la población civil es justificable. Si los normalistas habían infringido la ley, que así fue, al tomar por la fuerza las casetas de cobro, robar gasolina y quebrantar el orden público con protestas que afectan a la población, la autoridad debió ejercer la violencia jurídica, pero nunca  la violencia armada.
El resultado terrible ocurrido este lunes es producto de un gobierno que busca simular el cumplimiento de acuerdos y postergar las soluciones con engañifas absurdas y dilaciones perversas. Es producto de funcionarios que provienen del ancien régime priísta donde todo se pretendía arreglar con acciones demagógicas, muchas fotos del gobernante en la prensa y promesas vacuas. El gobierno de Guerrero está encabezado por funcionarios envejecidos que se niegan a ajustarse a nuevas formas de gobierno que exigen los nuevos tiempos, pero eso sí, todos se han anotado a la lista de funcionarios que quieren ser senadores, diputados, alcaldes o regidores. Ahora alguno de ellos tiene qué pagar por la muerte de esos jóvenes estudiantes….

1 comentario:

  1. para empezar se me hace muy pesimo que sigas con el resbalon que hizo PEÑA NIETO, lo que demuestras que usas este medio para dar a conocer y promover tu afinidad politica.

    por otra parte respecto a los normalistas, si bien nada justifica quitarles la vida, tambien es igual cierto que los actos que realizan los normalistas, son actos vandalicos agresion a policias, a civiles que se niegan a cooperar economicamente con ellos(hablo por mi experiencia)robo de camiones, incendio de gasolineras, cierran casetas o bien completamente la autopista, eso no son actos vandalicos? son justificables todos estos actos de los normalistas? que ha sucedido cuando los meten a la carcel por estos actos? acusan al gobierno de cumplir con su obligacion de detener a quine infringe la ley, pero no toman en cuenta los normalistas que a toda accion corresponde una reaccion.

    ResponderBorrar